Para defender su causa, los hermanos se trasladaron a Roma, donde lograron finalmente convencer al Papa Adriano II de que aprobase su labor.[4] Cuando en 885 falleció Metodio, los obispos alemanes conquistaron de nuevo el poder en la Gran Moravia y persiguieron encarnizadamente a sus seguidores.Seguramente fue por estas fechas, entre Pliska y Preslav, cuando se creó el alfabeto cirílico, al que se dio este nombre en honor de Cirilo, el creador del alfabeto glagolítico.Cernorizec Hrabar escribió Un Relato sobre las Epístolas, un discurso apologético defendiendo el derecho de la escritura búlgara (el alfabeto glagolítico) a coexistir en plano de igualdad con los alfabetos hebreo, griego y latino.Al mismo tiempo que el imperio búlgaro quedaba subyugado por los bizantinos, la actividad literaria decreció.Los orígenes de esta escuela literaria están estrechamente relacionados con el surgimiento del hesicasmo, una corriente mística dentro del cristianismo ortodoxo cuyo principal defensor fue el monje bizantino Gregorio Palamás, que llegaría a ser arzobispo de Tesalónica.[10] La caída del Segundo Imperio Búlgaro en manos de los otomanos en 1396 fue un duro golpe para la literatura y la cultura búlgaras.El primer libro impreso en búlgaro, titulado Abagar, es un devocionario con la leyenda apócrifa del rey Abgaro de Edesa.Se imprimió en Roma en 1651, y su autor fue el obispo católico de Nicópolis (Nikopol), Filip Stanislavov.El movimiento Ilirio tuvo un impacto en la literatura búlgara de los siglos XVIII y XIX.Entre los escritores que se dedican a la actividad revolucionaria es muy importante Hristo Botev (1848-1876) es hoy en día considerado el mejor poeta búlgaro de esa época.Se las arregló para usar el lenguaje vivo de las canciones folclóricas para expresar ideas, dudas y preguntas modernas.El poeta Pencho Slaveykov consiguió que los lectores búlgaros se interesaran por otras literaturas europeas.Después de la Segunda Guerra Mundial la cultura búlgara quedó bajo el control del Partido Comunista y, especialmente durante los primeros años, se adaptó al estilo estalinista conocido como realismo socialista.Algunos de los poetas que se ganaron una justa respetabilidad por su trayectoria son Atanas Dalchev (1904-1978) y Valeri Petrov.Entre otros autores importantes pueden mencionarse además Elin Pelin (1877-1949), el dramaturgo Boyan Papazov (1943-), el poeta, dramaturgo y novelista Guéorgui Gospodínov (1968-), autor de Una novela natural (1999) y de Física de la tristeza (2011); el novelista Victor Paskov (1949-), Aleksandar Vutimski (1919 - 1943),[12][13] Blaga Dimitrova (1922-2003), Kiril Kadiski (1967-), Dimitar Korudziev (1948-), Vladimir Sabourín (1967-),[12][14] etcétera.
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Abagar
, el primer libro impreso en búlgaro moderno (1651)