[5] También la costa sufrió alteraciones al descender y aumentar el nivel del mar a la par que se producían glaciaciones o interglaciares.[8][9] La característica climática principal del Pleistoceno en Europa fue la sucesión alternativa de distintos periodos glaciales y sus correspondientes interglaciares.[7] Aunque cada glaciación fue diferente en intensidad y extensión a las demás, en general podría decirse que durante estas fases frías la meseta central habría tenido un clima más extremo y lluvioso que el actual, comparable quizás al existente en Polonia o la Rusia europea de nuestros días.También encontraron restos del Homo neanderthalensis en Bañolas, Cova Negra, El Sidrón y Sima de las Palomas.En la zona levantina las pinturas rupestres representan escenas de carácter narrativo con figuras humanas que tienden a la esquematización.Pensaban que se agrupaba en pequeñas hordas de cazadores-recolectores pertenecientes a una variedad del Homo erectus.Este periodo, también denominado Musteriense, está asociado en toda Europa al Homo neanderthalensis, hominino que se desarrolló desde hace unos 150 000 años hasta aproximadamente 35 000, coincidiendo en gran parte con la glaciación de Würm.Se han encontrado dos cráneos neandertales completos en la zona de Gibraltar, así como numerosos restos óseos e incluso algún diente en yacimientos situados por toda la Península.[17] Condicionados por un clima muy riguroso, cuyas oscilaciones térmicas les obligaron a refugiarse en cuevas, se caracterizaron por desarrollar una mayor variedad cultural que sus antecesores.Las áreas de poblamiento coinciden con las del previo Magdaleniense: la zona cantábrica (cultura asturiense), la mediterránea y la costa portuguesa.En la península ibérica la ganadería fue la actividad predominante en la mayor parte de las zonas, dadas las accidentadas condiciones orográficas.Eran grupos predominantemente agrícolas, poseían una técnica cerámica muy avanzada y los restos funerarios demuestran que se trataba de una sociedad igualitaria.Al Calcolítico o Edad del Cobre se asocian dos grupos culturales: Los Millares y Vila Nova, ambos relacionados en su segunda fase con el vaso campaniforme.Contemporáneo a Los Millares y con características similares, el complejo de Vila Nova se desarrolló en la desembocadura del río Tajo, en el actual Portugal.Se han encontrado restos en la desembocadura del río Tajo, Cataluña, Andalucía y Madrid (Ciempozuelos).En el sudeste peninsular los grupos millareses dieron paso a la cultura argárica, que se desarrolló principalmente en las actuales provincias de Almería, Granada y Murcia, aunque también en las áreas limítrofes.Hacia el norte, el Bronce Manchego o complejo de Las Motillas se extendió por Albacete y Ciudad Real.En un principio se creyó que este no era más que una expresión diferenciada de la cultura argárica, resultante de su expansión hacia el interior, pero actualmente se tiende a caracterizarlo como un horizonte propio, con importantes relaciones con el Argar y el Bronce valenciano.Tradicionalmente, este periodo ha sido definido como Protohistoria de la península ibérica, siguiendo la interpretación clásica de esta: el tiempo en el que no hay fuentes escritas directas (producidas por la propia sociedad protohistórica), sino indirectas (realizadas por otra sociedad que ya estaba en una fase histórica).Entre estos textos indirectos se debería mencionar la Biblia (que tiene algunas enigmáticas menciones que pueden, quizás, localizarse en la península ibérica),[24] documentos en griego como el Periplo massaliota o el Periplo de Piteas y los abundantes documentos de la época romana, en latín o en griego.El nombre deriva de sus características torres defensivas, troncocónicas y construidas con grandes piedras, en torno a las cuales se establecían los poblados.Estos pueblos presentaban una economía agrícola basada en los cereales, el esparto, el lino, el olivo y la vid.Los íberos habitaban en poblados amurallados situados en zonas de fácil defensa y su organización social se basaba en tribus.Nada definitivo se sabe aún sobre si Tartessos era una región, ciudad o Estado y donde estaba situado exactamente.Hay unas pocas fuentes indirectas griegas y romanas, así como algunos hallazgos arqueológicos que no guardan apenas relación con los testimonios escritos.Utilizaban una escritura semisilábica que se trazaba de derecha a izquierda y está sin descifrar.Estos contactos influyeron en la sociedad autóctona hasta el punto de modificar los ritos funerarios y, probablemente, acentuaron la estratificación social.La mayor parte estaban dirigidos por una aristocracia que controlaba la producción agraria e imponía su dominio mediante la fuerza militar: los ajuares funerarios, cargados de armas y de imágenes que enardecían los valores guerreros, así parecen demostrarlo.Eran pueblos con una economía agraria, que se agrupaban en confederaciones de tipo tribal dominadas por grupos aristocráticos.Se establecían en poblados pequeños pero muy bien fortificados, poseían una metalurgia del hierro avanzada y una artesanía textil muy apreciada por los romanos.
Cráneo n.º 5 de la
Sima de los Huesos
(Atapuerca), hasta ahora el cráneo pre-neandertal más completo hallado en el mundo. Antigüedad: unos 530 000 años. La mandíbula fue encontrada en campañas de excavación posteriores.
Vaso campaniforme procedente de
Ciempozuelos
. Estos se pueden hallar en sepulturas individuales, con ajuares funerarios que incluyen objetos de cobre. Corresponden a la fase final del Calcolítico.
Tesoro de Villena
, el mayor y más importante conjunto de orfebrería prehistórica de la Península.
Idiomas en la península ibérica alrededor del 300 a. C
[
25
]
La
Dama de Baza
, siglo
V
a. C.,
Museo Arqueológico Nacional de España
. En la escultura ibérica aparecen figuras femeninas, de gran tamaño y hechas de piedra, que iban ataviadas según la moda de las damas de la sociedad ibérica. Su finalidad pudo ser funeraria o religiosa.
La
Dama de Elche
(Museo Arqueológico Nacional de Madrid), una de las obras más representativas del arte ibérico. Era una
urna funeraria
con una cavidad posterior para depositar las cenizas.