La transgresión marina es un evento geológico por el cual el mar ocupa un terreno continental, desplazándose la línea costera tierra adentro.
Una transgresión siempre va acompañada por el depósito de sedimentos marinos sobre el territorio invadido, por ejemplo favoreciendo las facies carbonatadas típicas de plataforma continental sobre sedimentos terrígenos depositados en un ambiente costero o fluvial previo.
El proceso opuesto a transgresión es regresión, cuando el nivel del mar desciende relativamente, exponiendo terrenos antes sumergidos.
Ambos escenarios son idealizados; en la práctica la identificación de transgresiones y regresiones puede ser bastante más compleja.
Los cambios laterales en las facies son también importantes; una secuencia bien marcada de transgresión en un área donde un mar epírico fuese muy profundo, sería distinta a otra transgresión solo parcial en aguas más superficiales.