Hay distintas teorías que explican tanto los orígenes de los estados primitivos cuanto los contemporáneos y los debates académicos son abundantes al respecto.
La lista de ambos grupos estatales no está cerrada, sino que sigue sujeta a diversas controversias científicas.
Tales estudios (realizados a menudo por antropólogos) exploran la aparición de estructuras administrativas básicas en áreas donde los Estados se desarrollaron desde sociedades que los desconocían.
Para ellos, la estratificación social hereditaria argárica, documentada en sus enterramientos, no se podría haber establecido sin una ideología común, la coacción y un sistema tributario.
Además de la segmentación interna y la uniformidad material, este grupo habría impuesto una clara delimitación del territorio argárico respecto al exterior, así como una continua expansión sobre las regiones aledañas.
[11] Para Marvin Harris, principal exponente del materialismo cultural, los Estados primarios se desarrollaron a partir de jefaturas complejas sometidas a tres condiciones infraestructurales: El poder de las jefaturas fue creciendo paralelamente al incremento de la población y el excedente agrícola, ya que, gracias a estos dos factores, podían generar una mayor estratificación social y aumentaban sus posibilidades comerciales y bélicas.
[13] La gran diferencia con los Estados primarios es que los primitivos no se crearon y evolucionaron de manera autónoma.
Estas dirigen su atención hacia el desarrollo de la agricultura, así como a la presión demográfica y organizativa subsiguiente, que resultarían en la formación del Estado.
Por ejemplo, el incremento comercial en el siglo XVI podría haber sido el detonante para la aparición de Estados en África occidental, tales como Dahomey, Benín o Whydah.
[10] Ciertos modelos propuestos durante el siglo XX y principios del XXI han sido después ampliamente desacreditadas por los antropólogos.