Junto con el Cardenal Richelieu y sus juristas, se lo considera como uno de los fundadores del absolutismo francés.
Volvió a París en 1561, en una época en que comienzan las guerras de religión.
Bodin no es ajeno a su época, y habiendo sido fraile carmelita, se sintió atraído por las enseñanzas rabínicas, así como por la corriente reformada de Juan Calvino.
Y luego los Hombres se ponen de acuerdo para buscar una autoridad.
Según él creía, siguiendo estos métodos, la Inquisición no juzgaría injustamente a nadie.
Por largo tiempo fue considerado como la primera exposición de una teoría cuantitativa del dinero.