La Dama de Baza es una escultura íbera del siglo IV a. C., labrada en piedra caliza policromada por los bastetanos.
Esto indica que se profesaba culto a la persona allí enterrada.
Sin embargo, recientes estudios realizados por Trancho y Robledo en los restos encontrados en el interior de la Dama revelan que éstos pertenecieron a una mujer, que superó los veinte años, pero probablemente no pasó de los treinta.
[2] Las teorías que se barajan actualmente son que podría haberse tratado de una guerrera divinizada (en relación con las falcatas y otras armas encontradas en el yacimiento) o de una reina-sacerdotisa.
Otro gran collar se muestra con tres piezas en forma de corazón.