Los yacimientos de Torralba y Ambrona (Soria, España) son dos yacimientos paleontológicos y arqueológicos que corresponden a varios niveles fosilíferos con industria lítica achelense (Paleolítico Inferior) asociada, de hace al menos unos 350 000 años (Chibaniense, Pleistoceno medio).
Asimismo restos carbonosos parecían indicar la presencia de hogares: el uso intencionado y controlado del fuego.
Se planteó un equipo internacional multidisciplinar y una metodología de trabajo moderna.
Para las excavaciones y análisis de muestras de estas campañas contó con el siguiente equipo: codirectores: Leslie Gordon Freeman (industria lítica) y Martín Almagro Basch (director del Museo Arqueológico Nacional); investigadores: Emiliano Aguirre, Karl W. Butzer, Richard G. Klein, M.ª Teresa Alberdi, A. Azzaroli, J. Bischoff, T. E. Cerling, Katherine Cruz-Uribe, Ignacio Doadrio, Frank Harrold, Manuel Hoyos, P. Preece, Antonio Sánchez-Marco (aves), F. Borja Sanchiz (anfibios), H. P. Schwarcz, Carmen Sesé (micromamíferos), Kathy Schick, N. P. Toth y Charles Turner.
[8] Las investigaciones de estos años dieron lugar a un elevado número de publicaciones científicas sobre todos los aspectos relacionados, paleontología, arqueología, geología,[11] paleoclimatología,[12] etc., pero destacando, por su impacto social, las relacionadas con las presuntas actividades cinegéticas del hombre primitivo.
El planteamiento se basaba en la realización, previa a la excavación sistemática, de catas y secciones para el análisis estratigráfico detallado, ya que la excavación simultánea en amplias áreas podría llevar a la confusión entre facies muy similares, mezclando niveles que deberían diferenciarse con este otro método.
[14] A los trabajos siguieron numerosas publicaciones, destacando un extenso volumen monográfico de la revista Zona Arqueológica (vol.
Los sedimentos en los que se integran los yacimientos corresponden a antiguos depósitos fluvio-lacustres, discordantes, por un suave paleorrelieve local, sobre los materiales triásicos de la zona (constituidos localmente por lutitas y yesos en facies de tipo Keuper).
El nivel AS3 (limos y arcillas) está localmente erosionado, apoyándose AS4 directamente sobre AS2 en algunos puntos.
En 1965, Butzer diferenció trece unidades en la columna estratigráfica, agrupadas en dos «complejos», ambos con fósiles e industria lítica:[18] Por encima de la Formación Torralba se superpone la Formación Sahuco, del Pleistoceno Superior, ausente en Ambrona.
[10][21][22][23][24][25][26][27] La vegetación, identificada por el polen en los diferentes niveles, muestra la evolución del paleoambiente durante la sedimentación de los mismos, que en general corresponde a medios fluvio-lacustres bajo un clima templado, más suave y húmedo que el actual.
[22] Las diatomeas indican que durante la sedimentación de las unidades AS4 y AS5 la salinidad aumentó en la laguna y que la capa de agua fue algo mayor respecto a las unidades precedentes —las sales serían aportadas por los sedimentos de las facies Keuper infrayacentes y que rodean toda la zona—.
[23] El ostrácodo Leucocythere mirabilis, presente en toda la secuencia (AS1 a AS6), indica condiciones de aguas oligotróficas.
[24] La bermejuela, el único pez hallado en estos yacimientos, indica un pequeño curso fluvial o laguna no muy extensa.
brecciensis, que en Ambrona presenta algunos caracteres primitivos, al igual que Palaeoloxodon antiquus y Bos primigenius, anteriores a las poblaciones registradas en yacimientos de finales del Pleistoceno medio.
En Ambrona, la curva de mortandad de los elefantes también encaja en este modelo, parece indicar muertes por causa natural y no presenta el sesgo típico debido a caza selectiva.
[8] La industria lítica recuperada de estos yacimientos ha sido muy numerosa, aunque en relación con los volúmenes excavados puede considerarse escasa.
[18] La tipología es diversa: bifaces, hendedores, raederas, denticulados, perforadores, cuchillos de dorso o buriles, entre otros.
[8][10] Existe un pequeño museo en Ambrona construido directamente sobre el yacimiento, que muestra, in situ, parte del material tal y como fue encontrado.
Fue el primer museo de estas características que se abrió en Europa.
[35] Diez años más tarde Aguirre consiguió, además, que se realizara una carretera que facilitara una ruta de propósito turístico-cultural entre la Nacional II, el museo de Ambrona y Sigüenza.
[8] Posteriormente se incorporó en el exterior del museo la figura, poco realista, de un Palaeoloxodon antiquus a tamaño natural.