1992), preguntó a 1200 científicos cuántos no estaban de acuerdo con la siguiente proposición: “Hay razas biológicas en la especie Homo sapiens”.
Las regiones desconocidas de la Tierra en el imaginario del Occidente medieval aparecían pobladas por seres fabulosos no destinados a la salvación.
Lorenzo Franciosini, posiblemente inspirado en Covarrubias, desarrolló en su libro Vocabolario español, e italiano una definición que expresa la cercanía entre «limpieza» y «raza» de la siguiente manera: «Limpio: es a veces utilizado en España.
Los significados del término en el siglo XVI incluían los “vinos con un sabor característico”, “gente con una ocupación común” y “generación”.
The Natural Varieties of Mankind es el título que Johann Friedrich Blumenbach dio a un texto suyo, escrito en 1775.
Una innovación crucial para la nueva concepción de las variaciones genotípicas y fenotípicas fue la observación del antropólogo C. Loring Brace, quien sostenía que dichas variaciones, en tanto que están afectadas por la selección natural, la migración, o la deriva genética, se encuentran distribuidas en gradaciones geográficas llamadas “clines” (Brace 1964).
En 1964, los biólogos Paul Ehrlich y Holm apuntaron a casos donde dos o más clines están distribuidos discordantemente —por ejemplo, la melanina se distribuye siguiendo un patrón decreciente desde el norte del ecuador al sur; las frecuencias para el haplotipo para la hemoglobina beta-S, por otro lado, irradian de puntos geográficos específicos en África (Ehrlich & Holm, 1964).
Por otra parte, el consenso científico actual dice que la raza es una construcción social no basada en nuestra realidad biológica.
A menudo las secuencias de ADN mitocondrial o cromosoma Y son usadas para estudiar antiguas poblaciones humanas.
Primero, comparado con muchas otras especies mamíferas, los humanos son genéticamente menos diversos— un hallazgo contraintuitivo, dada nuestra amplia población y distribución mundial (Li & Sadler, 1991; Kaessmann et al., 2001).
Muchos otros factores geográficos, climáticos, e históricos han contribuido a los patrones de la variación genética humana observada en el mundo hoy en día.
Estas cuestiones son particularmente urgentes para la biomedicina, donde una raza propiamente descrita es a menudo usado como un indicador de ascendencia.
Otros observadores discrepan, diciendo que los mismos datos recortan las nociones tradicionales de grupos raciales (King & Motulsky, 2002; Calafell, 2003; Tishkoff & Kidd, 2004).
Así, la “ascendencia biogeográfica” basada genéticamente asignada a cualquier persona dada generalmente será ampliamente distribuida y estará acompañada de incertidumbres considerables (Pfaff et al., 2004).
Incluso mientras la idea de “raza” se estaba convirtiendo en un principio organizador poderoso en muchas sociedades, los defectos del concepto eran aparentes.
En el Mundo Antiguo, la transición gradual en apariencias de un grupo a grupos adyacentes enfatizó que “una variedad de la humanidad pasa tan sensiblemente a otra, que no puedes marcar los límites entre ellas”, como Blumenbach observó en su escritos sobre la variación humana (Marks 1995, p. 54).
En los Estados Unidos, se desarrollaron durante un tiempo unas convenciones sociales y legales que forzaron a los individuos de ascendencia mixta en categorías raciales simplificadas (Gossett 1997).
Un ejemplo es la one-drop rule implementada en algunas leyes de estados que trataron a cualquiera con un único antepasado conocido afrodescendiente como negro (Davis 2001).
En otros países en las Américas donde la mezcla entre grupos era más extensiva, las categorías sociales han tendido a ser más numerosas y fluidas, con gente moviéndose de una categoría a otra sobre la base de la combinación del estado socioeconómico, la clase social, la ascendencia, y la apariencia (Mörner 1967).
Los esfuerzos hechos para ordenar la creciente población mestiza de los Estados Unidos en categorías discretas generó muchas dificultades (Spickard 1992).
En los Estados Unidos desde su historia reciente, los americanos nativos, afroamericanos y euroamericanos fueron clasificados como pertenecientes a diferentes razas.
La diferencia entre como las identidades americano nativo y negro están definidas hoy en día (blood quantum versus one-drop) ha pedido una explicación.
La one-drop rule del siglo XX, por otro lado, hizo relativamente difícil para cualquiera de ascendencia negra conocida el ser aceptado como blanco.
Se encontró, además, que dado un brasileño, éste puede llamarse por hasta trece términos diferentes por otros miembros de la comunidad.
En un sentido, la limpieza étnica es otro nombre para la guerra tribal y el homicidio de masas que ha afligido a la sociedad humana durante años, pero estos crímenes parecen ganar intensidad cuando creen haber sido sancionados científicamente.
Desde mediados del siglo XX, los líderes políticos y cívicos así como los científicos han debatido en que medida la desigualdad racial es cultural en origen.
Algunos, sin embargo, sostienen que la raza es no obstante de continua utilidad y validez en la investigación científica.
Hay un activo debate respecto a la causa de una marcada correlación entre los crímenes grabados, los castigos, y la gente “racialmente dividida” del país.
[43] En un intento de ser menos subjetivo, esta clasificación es llamada “ascendencia biogeográfica” más que “raza”,[44] pero los términos para las categorías BGA son las mismas.
En el último siglo las aportaciones con mayor repercusión pertenecen, entre otros, a Joseph Deniker, Carleton S. Coon y especialmente H.V.