El Corbacho conocido también como Reprobación del amor mundano o Arcipreste de Talavera[1] es una invectiva contra el amor mundano y la lujuria acabada en 1438 por Alfonso Martínez de Toledo, arcipreste de Talavera de la Reina Esta obra pretende prevenir contra las tentaciones del mundo y recomienda el ascetismo, empleando recursos que generalmente se utilizaban desde el púlpito.La historia en su conjunto es considerada como una ilustración de las verdades que el autor desea comunicar.La controversia que se tiene en la España del siglo XV fue fruto de un amplio tratamiento literario.Sigue a Capellanus (De amore) en esta segunda parte, enumera los vicios (trece en total) y los va desarrollando con los ejemplos.Lo que en Capellanus son pequeñas citas, él realiza grandes amplificatios y crea historias desarrolladas.Exempla: 10 cuentos (organizados según defectos), viñetas narrativas (no se corresponden a un modelo literario, demuestra capacidad del arcipreste para crear y generar valor literario a las citas de Capellanus) 2.Los rasgos estilísticos diferenciados son las individualizaciones de las diferentes mujeres, aunque lo percibamos hoy en día como un mismo tipo.A lo largo de la obra se tratan tres temas principales, estos serían la misoginia, la lujuria y el odio.Los diferentes resortes literarios e ideológicos que utiliza Alfonso Martínez de Toledo para designar al género femenino como el germen del mal constituyen un testimonio muy completo para percibir su influencia en las concepciones misóginas medievales.En la lujuria reside la perdición del hombre porque en ella se resumen y encuentran el resto de los vicios capitales.Además se constituye, incluso para el arcipreste, como «un valor fundamental en la formación del individuo».La estructura que ha seguido a lo largo de esta primera parte de la obra, articulando y poniendo en juego los malos efectos que el «loco amor» produce en el hombre, trasluce una clara influencia del púlpito.El mismo autor, rara vez muestra amargura contra quienes ataca; tan solo las alcahuetas y los homosexuales se hallan diseñados en la obra con tintas de auténtico odio; en los restantes casos las acusaciones van acompañadas de humor.Contiene un interesantísimo reflejo de la vida cotidiana, dando especial enfoque a las costumbres femeninas, descubriendo sus más íntimos entresijos.Por otro lado, la disputa alegórica entre Pobreza y Fortuna deriva de Boccaccio, y otras variadas fuentes Las sententiae de la obra incluye refranes; estos compendios de filosofía popular habían ya hecho su aparición esporádica en otras obras en prosa y también en poemas desde el siglo XIII.Algunos se presentan de forma reducida, otros en cambio ofrecen un desarrollo más amplio y, de vez en cuando, un cuento adquiere una firme estructura y extraordinaria potencia dramática.Tan impresionantes como estas representaciones del lenguaje popular son sus pasajes plenamente satíricos: el amante pavoneándose por toda la ciudad, la mujer con adornos que le habían prestado…No nos hallamos frente a un mero asunto de lo que el autor ha visto u oído, sino frente a una auténtica elaboración artística en la que producen un efecto máximo la selección y el énfasis.El Corbacho recoge una serie de retratos y caracterizaciones psicológicas –y sobre todo lingüísticas– sumamente logradas.Esto se debe a la gran cantidad de descripciones tanto humanas como sociales.Estamos ante uno de los primeros intentos literarios destinados a reproducir el habla espontánea.Numerosos estudiosos coinciden al opinar que el Corbacho posee un indudable tono coloquial.El estilo directo omnipresente en los capítulos donde se mimetiza el discurso femenino contribuye al carácter oral de la obra:Y así la mujer se esconde de su marido, como la amigada de su amigo, la hermana del hermano y la prima del primo.¿Qué será de mí, cuitada?” Y si alguna cosa de lo suyo despende, cualquier poco que sea, esto primeramente mil veces lo llora, mil zaheríos da por ello antes y después.Así la mujer piensa que no hay otro bien en el mundo sino haber, tener, guardar y poseer, con solícita guarda condensar, lo ajeno francamente despendiendo y lo suyo con mucha industria guardando.↵↵Donde por experiencia verás que una mujer en comprar por una blanca más se hará oír que un hombre en mil maravedís.Aunque vedes que es blanco, quiçá negro será hoy este huevo.Del gallo fiziera capón que me valiera veinte maravedises, e la gallina catorze; o quiça la echara e me sacara tantos pollos e pollas con que pudiera tanto multiplicar, que fuera causa de me sacar el pie del lodo.¡Ay, puta Marica, rostros de golosa, que tú me as lançado por puertas!¡Ya, Señor, por el que tú eres, da espaçio a mi coraçón con tantas angosturas como de cada día gusto!El tratado tuvo mucho éxito en los siglos XV y XVI dado el número de ediciones encontradas; a estas y al manuscrito podemos añadir otras copias manuscritas.