Aproximadamente el 2 % del genoma humano codifica proteínas y una fracción ligeramente mayor participa en la regulación génica.
Si el entorno permanece estable, las mutaciones beneficiosas se extenderán por la población local a lo largo de muchas generaciones hasta convertirse en un rasgo dominante.
Un alelo extremadamente beneficioso podría convertirse en omnipresente en una población en tan sólo unos siglos, mientras que los menos ventajosos suelen tardar milenios.
Aun así, existen pruebas de mestizaje entre ambos grupos a medida que los humanos ampliaron su presencia en el continente.
[52][54] Los expertos creen que este repentino gran salto adelante —como lo llama el antropólogo Jared Diamond— se debió al cambio climático.
[63] En los neandertales se han encontrado alelos que predicen la piel clara,[64] pero se cree (desde 2012) que los alelos de la piel clara en europeos y asiáticos orientales, KITLG y ASP, no han sido adquiridos por mezcla arcaica, sino por mutaciones recientes desde el LGM.
[63][65] En los últimos 20 000 años aproximadamente, la piel más clara ha evolucionado en Asia oriental, Europa, Norteamérica y África meridional.
Además, los inuit suelen tener caras planas y anchas, una adaptación que reduce la probabilidad de sufrir congelaciones.
Las infecciones palúdicas aumentaron hace unos 10 000 años, incrementando las presiones selectivas sobre las poblaciones afectadas, lo que condujo a la evolución de la resistencia.
[4] John Hawks presentó pruebas de una evolución reciente del cerebro humano en los últimos 5000 años aproximadamente.
Las mediciones del cráneo sugieren que el cerebro humano se ha reducido en unos 150 centímetros cúbicos, o aproximadamente un diez por ciento.
En esta parte del mundo, proporciona cierta protección contra la sequía y permite a la gente beber leche sin diarrea, que causa deshidratación.
Sin embargo, la mutación no interrumpe por completo la producción de melanina, ya que eso dejaría al individuo con una afección conocida como albinismo.
Concluyeron que la región experimentó un importante cambio demográfico hace 6000 años debido a la migración desde Anatolia y los montes Zagros (en las actuales Turquía e Irán) y que este cambio contribuyó al desarrollo de la cultura calcolítica en la región.
En cambio, las comunidades dedicadas a la agricultura no muestran signos de evolución hacia bazos más grandes.
Alrededor del 14 % de las variantes son potencialmente dañinas, y entre ellas, el 86 % tenían 5000 años o menos.
A pesar del posterior crecimiento exponencial de la población, la selección natural no ha tenido tiempo suficiente para erradicar las mutaciones perjudiciales.
Si se reducen las presiones selectivas naturales, sobreviven más mutaciones, lo que podría aumentar su frecuencia y el ritmo de evolución.
En cambio, en otros países como Estados Unidos, por ejemplo, los hombres de estatura media y las mujeres bajitas tendían a tener más hijos.
En otras palabras, para estas mujeres francocanadienses, el éxito reproductivo estaba asociado a una menor edad al primer parto.
Cosas como el acceso a la anticoncepción y la ausencia de depredadores no detienen la selección natural.
En comparación con otros parientes cercanos, como los chimpancés, el parto es una experiencia muy difícil y potencialmente mortal para los humanos.
Para los bebés, tener cabezas más grandes resultaba beneficioso siempre que las caderas de sus madres fueran lo suficientemente anchas.
[106] Todo esto cambió en el siglo XX, cuando las cesáreas se hicieron más seguras y comunes en algunas partes del mundo.
[109] Stearns y su equipo también descubrieron que los sujetos del estudio tendían a llegar a la menopausia más tarde; calcularon que si el entorno se mantiene igual, la edad media de la menopausia aumentará aproximadamente un año en 200 años, es decir, unas diez generaciones.
En general, se muestran indiferentes hacia la medicina moderna, pero los científicos mantienen una sana relación con la comunidad amish de Berna.
[19] En 2020, Teghan Lucas, Maciej Henneberg y Jaliya Kumaratilake demostraron que una parte cada vez mayor de la población humana conservaba la arteria mediana en el antebrazo.
La arteria mediana permite un mayor flujo sanguíneo y podría utilizarse como sustituta en determinadas cirugías.
La investigación en medicina evolutiva sugiere que las enfermedades prevalecen porque la selección natural favorece la reproducción frente a la salud y la longevidad.
[113] Mientras que en el pasado ancestral los humanos vivían en comunidades geográficamente aisladas en las que la endogamia era bastante habitual,[71] las modernas tecnologías de transporte han facilitado mucho los desplazamientos a grandes distancias y han propiciado una mayor mezcla genética, dando lugar a variaciones adicionales en el acervo genético humano.