En cambio se decía que cada cultura debía ser estudiada o interpretada desde sus propias creencias, valores, prácticas, hábitos, etcétera.
Por ejemplo, considera relativas a cada sistema cultural las diferentes formas de matrimonio, como la poligamia o la poliandria.
Por tanto es imposible (…) ordenar las culturas en un esquema evolutivo" [2]Más tarde, en 1887 afirmaría que: "la civilización no es algo absoluto, sino relativo, y (…) nuestras ideas y concepciones son verdaderas sólo en lo que concierne a nuestra civilización".
[3]Si bien no fue Boas quien acuñó el término relativismo cultural por primera vez, si fue el primero en llevar ésta corriente a la antropología; misma que hasta la fecha es muy defendida en dicho campo de estudio.
Es decir, afirma que todas las creencias son diferentes y pueden ser verdaderas dependiendo de la sociedad.
Es importante separar los distintos elementos de la teoría, porque al analizarlos, algunas partes resultan ser correctas, mientras que otras parecen erróneas.
El relativismo cultural sería, según estos criterios, incompatible con la existencia de derechos humanos universales.
[6] Para algunos de los más importantes críticos contra esta corriente, como la Iglesia católica, Ayn Rand o Immanuel Kant, el relativismo cultural es el relativismo o nihilismo absoluto con respecto a los valores culturales; para otros (Michel de Montaigne) todo es relativo menos la moralidad y la ética de la cultura respectiva, y aun para otros el relativismo cultural es, sencillamente, si bien tomar partido por alguna visión universal de la ética o la cultura, tampoco sectarizarse al respecto.