Relativismo moral

El relativismo moral o relativismo ético es la creencia que da igual valor, legitimidad, importancia y peso a todas las opiniones morales y éticas con independencia de quién, cómo, cuándo y dónde se expresen; por tanto, las opiniones morales o éticas, las cuales pueden variar de persona a persona, son igualmente válidas y ninguna opinión de "lo bueno y lo malo" es realmente mejor que otra y no es posible ordenar unos valores morales gracias a criterios jerárquicos de clasificación.Adolfo J. Castañeda lo define así: "Como las opiniones y las circunstancias son cambiantes, ningún conocimiento o principio moral, según esta postura, es objetivo o universal.El relativismo moral descriptivo sostiene solamente que algunas personas no estarán de acuerdo con lo que es moral; el relativismo moral meta-ético sostiene que, en tales desacuerdos, nadie es objetivamente correcto o incorrecto; y el relativismo moral normativo sostiene que debemos tolerar el comportamiento de los demás, incluso cuando no estamos de acuerdo con la moralidad del mismo, ya que nada está bien o mal.Puede ser cualquiera de las posiciones: descriptivas, meta-éticas o normativas respecto a los diferentes juicios morales o éticos que se dan entre distintas personas o culturas: El relativismo moral se diferencia del relativismo cultural en que este último tan solo describe el hecho de que existen culturas con diferentes códigos morales.En cambio, el primero postula que no existe una moral universal, pues considera que toda moral es relativa a cierto sistema de valores.