Gregor Mendel

En sus resultados encontró caracteres que, según el alelo sea dominante o recesivo, pueden expresarse de distintas maneras.[5]​ En 1849 realizó un examen con intención de ingresar como profesor en una escuela secundaria en Znaim (actualmente conocida como Znoimo), pero suspendió.En 1851 ingresó a la Universidad de Viena donde estudió historia, botánica, física, química y matemática.[7]​ Al tipificar las características fenotípicas (apariencia externa) de los guisantes las llamó «caracteres».Los «elementos» y «caracteres» han recibido posteriormente muchos nombres, pero hoy se conocen de forma universal con el término genes, que sugirió en 1909 el biólogo danés Wilhelm Ludwig Johannsen.Un aspecto no muy conocido fue su dedicación durante los últimos 10 años de su vida a la apicultura.Es probable que el experimento realizado con abejas tuviera como objetivo confirmar la teoría de la herencia.En 1873 Mendel declinó la presidencia y en 1874 fue reelecto, pero por circunstancias personales privadas indicó que le resultaba imposible ocupar el cargo.Una y otra vez, las observaciones de Mendel se acercan incómodamente a sus expectativas.[13]​ En otras palabras, los resultados de Mendel son demasiado buenos para ser verdad.Su teoría lo llevó a confirmar su expectativa de que la relación entre heterocigotos y homocigotos en dichos casos es 2: 1.Sin embargo, debido a que Mendel solo probó 10 progenies por planta, puede demostrarse en términos estadísticos que la relación esperada entre heterocigotos y homocigotos sería de 1,7 a 1 AA. Mendel aparentemente esperaba, equívocamente, una relación observable 2: 1.En general, semejante discrepancia con la relación correcta 1.7 a 1 "apenas podría ocurrir por casualidad una vez en 2000 ensayos" [3, p.162].Mendel, escribió Fisher, "puede haber tenido conocimiento acerca de otros factores en los guisantes además de aquellos con los cuales se vinculaban sus experimentos, los cuales, sin embargo, no podrían haber sido introducidos sin provocar una complicación indeseable.Por una parte, ¿podría la ciencia de la genética deber sus orígenes a un fraude científico innecesario?La solución más directa sostiene que los datos reportados por Mendel son estadísticamente sólidos.Franz Weiling,[15]​ por ejemplo, llegó a la conclusión de que Mendel informaba fielmente sus observaciones.[16]​ Otros, sin embargo, insisten en que la Paradoja Mendeliana no puede resolverse apelando a estadísticas.Por ejemplo, Mendel, de modo inconsciente e inintencionado, podría haber desechado algunas observaciones para acercar los resultados generales a sus propias expectativas."[12]​ Tal hecho podría justificarse por razones morales (y proporcionar así una resolución a la Paradoja Mendeliana), ya que la alternativa –‘negarse a obedecer las condiciones editoriales- podría haber significado una postergación en el avance del conocimiento científico."[24]​ Si semejante avance "podía lograrse mejor omitiendo deliberadamente algunas observaciones de su informe y ajustando otras para hacerlas más aceptables para su audiencia, esas acciones podrían entonces justificarse por razones morales.
Gregor Mendel.
Escudo de armas de Gregor Mendel como abad de Santo Tomás de Brünn.
Busto de Gregor Mendel.
Escultura de Mendel en el jardín del convento de Brno en el que investigó.