Este discurso, pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, fue un momento definitorio en el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.A través del instrumento retórico de la alusión (definido por Campbell y Huxman (2003) como "referencia indirecta a nuestro acervo cultural compartido, como la Biblia, la mitología griega y romana, o nuestra historia"), King hace uso de frases y lenguaje de importantes textos culturales para sus propios propósitos retóricos.Por ejemplo, King alude al Salmo 30:5 en la segunda estrofa de su discurso.Un ejemplo de anáfora es encontrado casi al principio cuando Martin Luther King Jr.El momento más emotivo es cuando describe -con el famoso "Yo tengo un sueño"- el país que imagina para sus hijos con su mujer: uno en el que los chicos blancos y negros convivan sin ningún tipo de prejuicio.El uso sin licencia del discurso o parte de éste todavía puede ser legal en algunas circunstancias, especialmente en jurisdicciones bajo las doctrinas del Fair use o el fair dealing.