[4] Asimismo, el resto de servicios se reparten entre los edificios contiguos a este palacio, que también son propiedad del Departamento, y otras sedes repartidas por la ciudad de Madrid.
[7] Cabe destacar, un aumento significativo en los delitos contra la libertad e indemnidad sexual y las estafas informáticas.
A partir de ese momento, España quedó divida en dos bandos, cada uno con su propia legalidad.
El primer ministro en ocupar esta cartera fue José García de León y Pizarro.
Para ello, su gobierno introdujo algunas reformas, tanto de ámbito académico como social.
[18] Mayor rechazo encontró entre los ministros de Justicia, tales como José Antonio Larrumbide Urquidizar (1811) o José Cafranga Costilla (1832), que llegó a dimitir al crearse,[19] e incluso el Consejo de Estado (1830), cuyo informe acabó en un empate entre sus miembros.
[20] La elección del nombre no fue baladí; se intentó evitar tanto el término «Interior», por su relación con la ocupación francesa, como el término «Gobernación», ligado a los liberales de Cádiz.
[22] Ya reinando Isabel II, y en su nombre la Reina Gobernadora, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, esta no tuvo más remedio que apoyarse en los liberales para defender los derechos de su hija a reinar, y para ello promulgó una carta otorgada, el Estatuto Real que, por primera vez, regulaba un Gobierno diferenciado de la Corona —si bien encabezado por esta— y con un jefe del Ejecutivo claramente diferenciado, el presidente del Consejo de Ministros.
[23][24] Unos meses más tarde, se creó la Subsecretaría del Interior con Ángel Vallejo Villalón al frente,[25] y se reubicó el Ministerio, instalándolo en la antigua sede del Consejo de la Suprema Inquisición, en la madrileña calle de Torija.
[26] Esta nueva etapa como Gobernación la inició con seis secciones, dedicadas a los asuntos generales del Ministerio, la administración y servicios de ámbito local, cuerpos policiales, cárceles, educación pública, fomento de la economía, la agricultura y obras públicas.
[34] Destacaba en esta época la dependencia que tenían de este Ministerio los gobernadores civiles, a través de los cuales, durante la época del turnismo, el Departamento controlaba y manejaba las elecciones consiguiendo los resultados que más convenían.
[48] Las medidas sociales no dejaron de aumentar y el ámbito laboral cada vez tenía mayor peso en las políticas públicas.
En el periodo que estuvo disuelto, la Subsecretaría de Comunicaciones regresó con todos sus servicios al Departamento.
[54] En 1939 se suprimió el segundo, transfiriéndose todos sus servicios al primero y recuperando su tradicional nombre, Gobernación.
[55] Durante el resto de la dictadura de Francisco Franco se volvió a la situación previa a la segunda república, teniendo el Ministerio de la Gobernación responsabilidades sobre política interior, administración local, beneficencia, asistencia social, sanidad, orden público, fronteras, tráfico, correos y telecomunicaciones, prensa, propaganda, censura y turismo.
En 1951 se creó el Ministerio de Información y Turismo, que asumió, entre otras funciones, las del Ministerio de Gobernación relativas a prensa, propaganda, censura y turismo.
[58] Lo mismo ocurrió en 1957 al crearse el Ministerio de Vivienda, que agrupó en un solo departamento las funciones relativas a arquitectura, regiones devastadas y urbanismo.
[59] Durante los últimos años del régimen, se concretaron algunas funciones y órganos, creándose la Jefatura Central de Tráfico,[60] la Dirección General de Protección Civil[61][62] y la Secretaría General Técnica.
El mismo decreto que renombró el Ministerio, le dio un carácter más homogéneo, pues dejó al Ministerio del Interior con sus competencias más características: seguridad pública y gobierno político del Reino, mientras que el resto de funciones se transfirieron a otros departamentos.
[70] Por último, el Ministerio tuvo que adaptarse a un Estado descentralizado en el que se preveía la posibilidad de crear cuerpos policiales autonómicos no dependientes del Ministerio, como fueron, entre otros, los Mozos de Escuadra o la Ertzaintza.
[71] Asimismo, a finales de 1993 se le otorgaron las competencias sobre el Plan Nacional sobre Drogas.
En la actualidad, mantiene prácticamente intactas las funciones que poseía a finales del siglo pasado, con la excepción de que, desde 1996, también posee las competencias sobre prisiones y en 2004 perdió las relativas al Plan Nacional sobre Drogas.
Se crean, además, las direcciones adjuntas operativas como órgano técnico de colaboración al director general.
[84] En 2011 perdió las competencias sobre tauromaquia, que pasaron a depender del Ministerio de Cultura.