Migas

[6]​ Se ha vinculado tradicionalmente a la alimentación de pueblos nómadas y oficios trashumantes,[7]​ así como desayuno habitual de las milicias españolas en las Academias Militares y sobre todo ampliamente consumidas en la actividad cinegética.

[9]​ Desde finales del siglo XX es frecuentemente elaborado y servido como una pequeña tapa en los bares, perdiendo su entorno típicamente rural.

Se sirven por regla general calientes, pudiendo ser ellas mismas un plato o un acompañamiento.

Los romanos llegaron a Hispania cuando los pueblos celtíberos ya consumían pan fermentado.

El puls y las gachas legionarias romanas pueden haber sido precursoras, pero aunque sean preparaciones con pan no recuerdan a las migas en su aspecto final.

Una de las referencias más antiguas a una preparación similar es el tharid unos ensopados que, según la tradición musulmana, era el plato preferido del profeta Mahoma, siendo mencionado documentalmente en un hadiz.

En este manuscrito del siglo XII se menciona el alcuzcuz con migas de pan.

Monjes jerónimos llevaron al Monasterio de La Ñora en Murcia pimientos rojos tipo bola en la misma época.

[14]​ Es posible que hasta mediados del siglo XVII no se introdujese en los embutidos: chorizo, lomo, magras.

[17]​ Emilia recoge y da autoría a algunas recetas clásicas, entre ellas describe las migas de la academia.

Las migas se consumen habitualmente, por lo general una vez por semana, principalmente en invierno y cuando el tiempo está lluvioso.

Generalmente cortando el pan en rebanadas (empleando si se desea una garlopa de cocinero o una moderna mandolina), pero hay otras técnicas más básicas como el migado a mano.

Este tipo se denomina migas, y es muy popular en Torrox (provincia de Málaga).

Las migas humedecidas convenientemente se suelen tostar, asar o freír en un medio graso.

[7]​ A veces, dependiendo del lugar, se suele incluir conejo o liebre.

En casi toda España se incluyen los productos de la matanza del cerdo bien sean chacinas, embutidos o fiambres.

entre los pescados, los más habituales son las sardinas ceciales (secadas al aire), aunque se suele añadir igualmente bacalao.

Uno de los elementos más repetidos es el ajo, del que se suele usar en menor o mayor abundancia.

Algunos casos son: Aunque la versión tolimense comparte cierta similitud con las migas españolas, como que llevan carnes y verduras picadas (en este caso chicharrón y cebolla larga respectivamente), varía que en esta receta lleva plátano verde en vez de pan.

Servida para ser comida entre varios comensales que comparten del contenido de una sartén u olla.

Durante el siglo XX se ha venido realizando diversos concursos de migas en diferentes poblaciones de la geografía española, consistentes en una degustación y voto públicos, coincidiendo durante la festividad del municipio.

Migas manchegas
Migas andaluzas en las que se muestra una sartén especial de mango largo que ayuda a su preparación.
Migas de sémola, populares en Almería
Migas leonesas
El pan es uno de los principales componentes de las migas
El ajo está presente en la mayoría de las preparaciones.
Las Migas, plato típico de la cocina española.
Migas ruleras
Migas con uvas servidas con una tapa
Migas murcianas de pan y harina con todos sus perejiles
Tapa de migas de sémola