Carum carvi

Su raíz tiene un sabor aromático que recuerda al apio, la zanahoria o el anís.

[1]​ El tallo floral mide de 15 a 40 cm (en ningún caso llega al metro), con pequeñas flores blancas o rosas.

La operación puede hacerse manualmente, segando las umbelas, secándolas al sol o en cobertizo, trillándolas y cribándolas.

Contiene un porcentaje del 3 al 6% de aceite esencial, con un 50-60% de carvona, así como deshidrocarvona, carveol, dehidrocarveol, limoneno, aldehído acético, ácidos grasos, etc. Carum carvi fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 1: 263.

Esa misma palabra árabe ha dado en portugués alcaravia y en inglés caraway.

La farmacopea latinizó la palabra árabe caravea (le quitó el artículo “al-” como es usual), convirtiéndola en -carvus.

El aceite esencial produce un efecto aperitivo, eupéptico, carminativo, espasmolítico, colagogo, antiséptico, fungicida (más potente que la nistatina), mucolítico, expectorante y galactogoga.

En uso tópico: dermatomicosis, otitis, limpieza de heridas, ulceraciones dérmicas o quemaduras.

Vista de la planta.
Inflorescencia.
Ilustración donde aparece, entre otras medicinales.