Enfisema subcutáneo
Generalmente, el aire proviene de la cavidad torácica, por lo que es comúnmente observado en torso, cuello y cara.No obstante, es común la presencia de hinchazón en el cuello y dolor torácico.Por otro lado, se puede extender a distintas partes del cuerpo, como el abdomen o las extremidades, dado que no hay divisiones en el tejido adiposo.[10] Las condiciones causantes del enfisema subcutáneo pueden ser resultado de traumatismos penetrantes y contusiones.[10] Estas fracturas pueden rasgar la pleura parietal, facilitando el escape de aire a los tejidos subcutáneos.Por otro lado, se puede escapar aire del espacio pleural por medio de una incisión realizada para una toracotomía.[8] En raras ocasiones, el enfisema puede ser resultado de cirugías dentales, usualmente por las herramientas utilizadas.Otra posible causa es la ruptura de tráquea, que puede lesionarse por una traqueotomía o una intubación endotraqueal.En radiografías torácicas, el enfisema se observa como estriaciones radiolucentes en el área del músculo pectoral mayor.El aire en los tejidos subcutáneos puede interferir con la radiografía torácica, por lo tanto puede esconder condiciones graves como el neumotórax.Normalmente, al ser una técnica muy sensible, es posible encontrar el lugar exacto desde donde el aire ingresa a los tejidos blandos.[13] Al ser causado por un neumotórax, frecuentemente se utiliza un tubo torácico para controlar esta última condición, lo que elimina la fuente del aire infiltrado en los tejidos.[26] Debido a que el tratamiento normalmente involucra tratar la condición subyacente, los casos de enfisema subcutáneo espontáneo pueden requerir únicamente descanso, medicación para el dolor y, quizá, suministro de oxígeno suplementario.[8] Una vez resuelto el neumotórax o neumomediastino que cause la condición, esta se resolverá.[16] No obstante, en raros casos, puede llegar a ser una condición que ponga en riesgo la vida.