Gangrena de Fournier
Esta enfermedad se conoce desde la antigüedad; se sospecha que el rey Herodes I el Grande la padeció asociada a diabetes mellitus, y el médico persa Avicenna la identificó en el año 877 d. C. La primera descripción formal de la enfermedad fue realizada por Baurienne en 1764.[1] Está causada por una infección bacteriana mixta en la que intervienen gérmenes aerobios y anaerobios.La gangrena de Fournier mantiene debilitado el sistema inmunológico, en particular en pacientes en edad senil, afectados de alcoholismo crónico, diabetes mellitus, VIH, fallo renal, cáncer o enfermedades tumorales malignas, desnutrición o vasculitis.La enfermedad arroja elevados índices de mortalidad, por lo que requiere tratamiento rápido y decidido.La oxigenoterapia hiperbárica es una alternativa favorable, principalmente en infecciones por Clostridium, ya que la supervivencia asciende a un 95 %.