La copla (del latín copŭla 'unión, enlace'[1]) es una composición poética de cuatro versos de arte menor, generalmente, con rima asonante en los versos pares (esquema: -a-a).
Aunque esta forma es característica de la tradición popular anónima, ha sido cultivada también por escritores como Rafael Alberti o Federico García Lorca.
La influencia entre la corriente anónima de la copla y sus cultivadores en la literatura ha sido mutua: los poetas se han inspirado en el modelo popular para construir coplas que, a su vez, a menudo han sido recogidas por la tradición e incorporadas a su caudal, con olvido de su autor.
Como escribe Manuel Machado, El lenguaje de las coplas es coloquial y directo, aunque se recurre a menudo al doble sentido para conseguir efectos cómicos, sobre todo rítmicos.
Algo esencial es que tiene conexión con la música y se estima que se originó en España en el siglo XVII, aunque en Hispanoamérica forman parte de la tradición de casi todos los países, reflejando su idiosincrasia y su particular herencia española, de modo que suele formar parte del folclor regional.