Idioma italiano

[18]​[19]​[20]​ En Oceanía, solo en Australia el italiano es hablado como primera lengua por una minoría de un cierto relieve que refleja la importancia numérica que tuvo la inmigración italiana en el país entre los años 1920-1930 y 1949-1969.

[21]​ En África es empleado como idioma comercial en Libia, Eritrea y Somalia, las ex colonias de Italia.

Este idioma común fue utilizado por notarios y funcionarios como lengua escrita en algunas prestigiosas cancillerías del tiempo: en Mantua, Urbino, Ferrara, Venecia y, desde el año 1426, en la cancillería de los Visconti en Milán.

En italiano (y en latín) escribió también la personalidad más destacada de las letras napolitanas del Renacimiento, como Jacopo Sannazaro.

[31]​ En la segunda mitad del siglo XVI, ya en edad manierista, se impuso Torquato Tasso, nacido en Sorrento, como el máximo autor italiano de su tiempo.

En la época de Tasso y de la Contrarreforma se desarrolló la comedia del arte, un género teatral popular en la que se fusionan formas y léxicos dialectales con el italiano.

Esta forma de espectáculo tuvo una gran aceptación internacional, como la tuvo el teatro en música, o melodrama, nacido en Florencia en las dos últimas décadas del siglo XVI, con textos poéticos de carácter histórico o mitológico y escritos en un italiano áulico, que en los siglos siguientes se exportará con éxito al resto de Europa y a América.

En la época barroca, rompiendo el monopolio detenido por el latín en ámbito científico y filosófico, se empiezan a publicar los primeros ensayos relativos a esas disciplinas en italiano, entre los cuales destaca por importancia Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo de Galileo Galilei.

[39]​ Hay que señalar, sin embargo, que esas variedades lingüísticas, llamadas impropiamente por sus mismos usuarios como "dialectos", eran y son, en su gran mayoría, lenguas neolatinas autóctonas y regionales (galoitálicas, italorromances centromeridionales, retorromanas, etc.), conocidas comúnmente como dialectos por el simple hecho de no estar estandarizadas.

En un informe del 2006 publicado por la Comisión europea, que ya hemos mencionado anteriormente, el italiano resultaba ser la lengua materna del 95 % de población residente en Italia (con la inclusión, por lo tanto, de los extranjeros empadronados).

El italiano era además hablado desde hace siglos por la burguesía y las clases cultas de los Estados preunitarios.

En la Constitución del 1948, ni se hace mención del italiano como lengua oficial, dando por descontada su función como lengua nacional que se evidencia en la actividad legislativa, jurídica y en una política lingüística que hasta la Segunda Guerra Mundial fue marcadamente centralista.

El reconocimiento expreso se encuentra, curiosamente, en algunos tratados internacionales y en el estatuto de la región Trentino-Alto Adigio, que formalmente es ley constitucional del Estado italiano: «...[la lengua] italiana...es la lengua oficial del Estado» (en it.:...

En la Suiza italiana (que incluye el Cantón del Tesino y parte de los Grisones) se hablan también, sobre todo en las zonas rurales y en ámbitos informales, dialectos galoitálicos de tipo lombardo que no tienen reconocimiento oficial.

El italiano tiene estatus de lengua oficial también en la Serenísima República de San Marino, que al igual que la Ciudad del Vaticano, es un enclave independiente dentro del territorio nacional italiano.

La Unión italiana es un sujeto de derecho público, reconocido como tal por Italia, Croacia y Eslovenia.

En Fiume hay una editorial (EDIT) que publica desde 1946 un diario, La voce del popolo, una revista quincenal de actualidades, Panorama (desde 1952), una mensual, Arcobaleno (desde 1948, dedicada a la escuela y a los estudiantes), y una revista literaria, la Battana (desde 1964), todas en italiano, y libros de texto para los institutos de enseñanza, sea en italiano, sea en croata.

[48]​ El italiano coloquial es de facto una lengua bastante fragmentada en «dialectos», aunque lingüísticamente es argumentable que son lenguas hermanas del italiano que en el último siglo y medio se han ido acercando a la forma estándar.

[51]​ El inventario consonántico del italiano viene dado por:[57]​ El italiano tiene un sistema típicamente romance formado por siete vocales con cuatro grados de obertura, formado por /a, ɛ, e, i, ɔ, o, u/, además de sus 24 fonemas consonánticos, el sonido fonético [ŋ] es formado al colocar la consonante "n" seguida de una consonante velar, este fenómeno también se presenta en el idioma español en palabras tales como "manco", "tengo", "zanja".

El italiano tiene una ortografía bastante regular, en que cada letra o dígrafo tiene una pronunciación fija, con excepciones predecibles.

El acento tónico se encuentra normalmente en la penúltima sílaba, pero también puede estar en la última o en la antepenúltima.

Para mantener el sonido /k/ delante de e o i, habrá que añadir una h: chiamo se pronuncia «quiamo» (IPA /'kja.mo/).

La gramática italiana presenta numerosas similitudes con la catalana, la francesa, la gallega, la portuguesa, la española y la rumana con las que comparte la pertenencia a la familia de las lenguas romances.

Las principales terminaciones, por género y número, son: Son invariables en italiano los sustantivos que terminan en vocal acentuada (la virtù / le virtù – la virtud / las virtudes), los sustantivos (casi todos de origen extranjero) que terminan en consonante (il bar / i bar – el bar / los bares), los sustantivos que terminan en -i no acentuada (il bikini / i bikini, la crisi / le crisi – el bikini / los bikinis, la crisis / las crisis), y muchos otros sustantivos.

Hay un grupo bastante numeroso de palabras, en su mayoría referentes a partes del cuerpo humano, que en singular terminan en -o y son de género masculino, mientras que en plural acaban en -a y pasan a ser de género femenino, por ejemplo: il braccio / le braccia (el brazo / los brazos) o l'uovo / le uova (el huevo / los huevos).

Originalmente estos vocablos tenían género neutro en latín, brachium / brachia y ovum / ova.

Artículos indeterminados: No existe una forma plural única auténtica; para ello puede hacerse uso del artículo partitativo masculino (dei; degli, ante palabras que inician con z, gn, x, pn, ps, o s impura) o femenino (delle).

En el lenguaje burocrático y legal se tiende a no contraer la ante una vocal: «la espressione».

[58]​ En el «passato prossimo» (pretérito perfecto) se utiliza tanto el verbo essere (ser) como el verbo avere (haber) dependiendo del tipo de verbo que acompañan (de movimiento, de estado, reflexivo...), al igual que en francés (être, avoir) o en alemán (sein, haben).

El italiano utiliza tres acentos en su escritura: el acento grave (`), encima de a, e, i, o, u (à, è, ì, ò, ù), el acento agudo (´) solamente sobre e (é) en palabras como perché («por qué», «porque») y otras conjunciones compuestas por preposiciones, adverbios y el ché («qué»), los cuales siempre recaen en la última sílaba y el acento circonflejo (^) solo encima de i para representar la contracción de una doble i al final de algunas palabras (principio>principii>principî).

Porcentaje de personas que usan la lengua regional en el contexto familiar en 1980, por regiones.
Mapa lingüístico de Italia y Córcega.
La escritura a mano en las escuelas italianas (siglo XX - XXI )