[5][6] Una característica principal es la conservación del grupo -cl intervocálico en contraposición con el romance occidental que lo palatalizó.
Algunos ejemplos son:[1][2] Carecen de palabras latinas acabadas con (s, z) en contraposición al romance occidental, salvo algunos préstamos lingüísticos recientes.
También las lenguas romances orientales son más conservadoras en aspectos fonológicos con respecto a las occidentales.
En el balcorrumano son alófonos de las consonantes simples, por lo que no se distinguen en la escritura o en la pronunciación.
Por ejemplo:[7] Bajo esta definición se incluye también al corso, el gallurés de Cerdeña y el dialecto lucano meridional ya que filogenéticamente no pertenecen a las lenguas romances insulares.
[2][11] El dialecto castelmezzano del napolitano situado en el sur del área italorromance proporciona evidencia de que el desarrollo de las vocales típico del dálmata y el balcorrumano así como su evolución de los grupos latinos /kt/, /ks/, /gn/ hacía /pt/, /ps/ y /mn/ también estuvieron presentes en las lenguas italorromances y que tras procesos fonológicos posteriores estas evoluciones se alteraron en casi todas las variedades.