Lenguas romances insulares

Córcega y Cerdeña, juntas, constituyeron una provincia (Corsica et Sardinia) de la República romana (y del posterior Imperio), a partir del año 238 a. C., tras la primera guerra púnica.

[3]​[4]​ Fonológica y gramaticalmente, sin lugar a dudas, el sardo comparte sus rasgos principales con las lenguas romances occidentales, concretamente con las lenguas iberorromances, como la sonorización y fricativización de las oclusivas sordas latinas [p], [t], [k] (a diferencia de las lenguas iberrorománicas, este fenómeno afecta también a las consonantes iniciales, p.

Es posible que el sassarés haya sido una variedad histórica de sardo que sufrió una evolución similar al grupo galo-ibérico y una fuerte influencia toscana.

[9]​ Por ello algunos romanistas consideran a la rama insular como un grupo de las lenguas romances occidentales.

[3]​[4]​ También se ha propuesto que las lenguas romances insulares comprenden al extinto romance africano y al antiguo corso hablado antes de la toscanización de la isla.