Iglesia greco-católica ucraniana

Fuera del territorio propio, ni el arzobispo mayor ni el sínodo tienen más jurisdicción que la ritual, y las jurisdicciones se hallan al mismo nivel que las latinas en cuando a su relación con la Santa Sede.Cuatro metropolitanatos sui iuris existen en Polonia, Estados Unidos, Canadá y Brasil.A fines del siglo I, se establecieron algunas comunidades griegas cristianas en torno al mar Negro en Escitia y la península de Crimea.Yaroslav murió en 1054, año en que se produjo el cisma entre las Iglesias de Occidente y Oriente.A mediados del siglo XIII, el metropolitanato de Kiev tenía 15 diócesis: Pereyáslav, Cherníhiv, Volodímir-Volinski, Vérjniy Túriv, Pólatsk, Nóvgorod, Smolensk, Riazán, Przemyśl, Galitzia, Vladímir del Klyazma, Rostov, Bélgorod, Tartu, Uhrovska (Chełm).La nueva metrópolis no duró por mucho tiempo, ya que, en 1308, el patriarca nombró un único metropolitano para Kiev y Hálych, Pedro de Moscú.Durante el siglo XVI los obispos ucranianos decidieron buscar un apoyo oficial y la protección de Roma.Debido a que la infiltración de la propaganda ruso-ortodoxa en Ucrania, era cada vez mayor, el trabajo del latinismo polaco también era enorme y, por otro lado, nacían nuevas sectas y el número de protestantes aumentaba.El 12 de junio de 1595 hubo una reunión en Brest en la que el metropolitano Michael Rahoza y los obispos Hipacio Pociej, Cyril Terlecki y Leoncio Pelczyski realizaron una petición al papa Clemente VIII y otra al rey de Polonia, Segismundo III Vasa, en las que formularon 33 artículos que debían ser garantizados como condición previa a su ingreso en la comunión católica.Inicialmente, las autoridades rusas fueron tolerantes con la Iglesia greco-católica y le permitieron funcionar sin restricciones (llamando a los adherentes basilianos).Como el levantamiento fue apoyado activamente por la Iglesia greco-católica, una represión contra ella ocurrió de inmediato.[11]​[12]​ Solamente la parte occidental de Ucrania, con Leópolis como capital, que permaneció bajo el Imperio austríaco y después bajo Polonia, pudo conservar la comunión eclesial con Roma.Los austríacos concedieron libertad de culto a la Iglesia greco-católica y eliminaron la influencia polaca.[15]​ Al finalizar el siglo muchos fieles emigraron a Estados Unidos, Canadá y Brasil.La excepción fue el metropolita Slipyj, cabeza de la Iglesia, que fue puesto en libertad en 1963 por intervención del papa Juan XXIII, para ser enviado exiliado a Roma.El clero renunció al ejercicio público de sus deberes clericales, pero lo siguieron haciendo secretamente.A finales de los años ochenta hubo un cambio en la actitud del gobierno soviético hacia la religión.Casi todas sus parroquias previas a 1946 y sus propiedades estaban en manos de la Iglesia ortodoxa.En 1992 los obispos greco-católicos ucranianos de todo el mundo fueron convocados para un sínodo en la misma ciudad por primera vez en varias décadas, y ese mismo año los restos del cardenal Josyf Slipyj fueron trasladados desde Roma a Leópolis, donde fueron sepultados cerca del metropolita Andrés Sheptytsky.Debido a la mala salud del cardenal Lubaschivsky, Lubomyr Húsar fue nombrado administrador de la Iglesia greco-católica ucraniana.En 2004 la sede del archieparca mayor fue trasladada de nuevo a Kiev por el papa Benedicto XVI.El Arzobispo Mayor Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, ha tenido que moverse entre casas seguras para evitar amenazas.Estas acciones reflejan una estrategia más amplia de utilizar la religión como justificación para la violencia y el control, vinculada a la promoción del "Mundo Ruso" por parte del Kremlin y el Patriarcado de Moscú.Halya Coynash ha criticado al Vaticano por no abordar estos abusos en su declaración conjunta de 2016 con el Patriarca Kirill.[35]​ La persecución se ha extendido a las comunidades católicas en Ucrania ocupada, donde las fuerzas rusas han intensificado su represión contra la Iglesia Greco-Católica Ucraniana (UGCC).El clero ha sido expulsado de los territorios ocupados, dejando a la UGCC sin sacerdotes en Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia.También señaló que este tema no es doctrinal, sino que busca sanar las divisiones eclesiásticas, no crear nuevas, y en su opinión, la transición a celebrar la Navidad según el "nuevo estilo", es decir, el 25 de diciembre, debe ocurrir por iniciativa de los laicos.Con el consentimiento del sínodo arzobispal mayor, y luego de consultar al papa, el arzobispo mayor puede dentro del territorio propio de su Iglesia, establecer provincias y eparquías, modificar sus límites, unirlas, dividirlas, suprimirlas, modificar su estatus jerárquico o transferir una sede eparquial (c. 85-1).En su propia eparquía, en monasterios exentos y en otros lugares del territorio propio de la Iglesia en donde ninguna eparquía ni exarcado archiepiscopal está establecido, el arzobispo mayor tiene los mismos derechos y obligaciones que un obispo eparquial (c. 101).El arzobispo mayor, con el consentimiento de uno de los sínodos, debe convocar a una asamblea arzobispal mayor al menos cada 5 años (c. 141), a la cual pueden ser convocados obispos, clérigos y laicos para exponer sobre lo que se les consulte (c. 143).
Diócesis de la Iglesia greco-católica ucraniana en Ucrania.
Josafat Kuncewicz (san Josafat), santo de la Iglesia greco-católica ucraniana.
Tumba en el cementerio greco-católico ucraniano de Królik Wołoski , Polonia .
Interior de la catedral de San Jorge en Leópolis .
Iglesia greco-católica ucraniana de San Juan Bautista de Ottawa , Canadá .
Iglesia de madera de Wysowa (Beskid Niski, Polonia ). Anteriormente perteneciente a la Iglesia greco-católica ucraniana, actualmente bajo la Iglesia ortodoxa.
Sviatoslav Shevchuk , primado de la Iglesia greco-católica ucraniana elegido el 23 de marzo de 2011.
Catedral de rito greco-católico ucraniano de la Inmaculada Concepción, Filadelfia , Estados Unidos .