Mientras las guerrillas y el ejército español hostigaban a los franceses para fijarlos en Andalucía y la costa cantábrica, los británicos avanzarían por el centro para entablar batalla con Marmont (el sustituto de Masséna tras la caída en desgracia de este por su fracaso en Portugal), intentando derrotarlo para poder avanzar por el valle del Duero, aislar Madrid e intentar tomarlo desde el norte.
Dejó la ciudad con una pequeña guarnición tras las fortificaciones, con la esperanza de volver a liberarlos si resistían lo suficiente.
Mientras los británicos derribaban los fuertes a cañonazos, ambos ejércitos maniobraron en la llanura al noreste de Salamanca manteniendo las distancias.
Ese mismo día cayeron los fuertes de Salamanca y tras una semana, Wellington comenzó a prepararse para avanzar, mientras Marmont se retiraba a toda velocidad al notar que los británicos podían poner toda su fuerza sobre el campo.
Los franceses marcharon rápidamente hacia el norte por Valladolid para refugiarse detrás del Duero y esperar allí a la fuerza que venía de Asturias.
Una vez llegó Bonet con los refuerzos el día 7, Marmont –ahora con superioridad numérica– decidió tomar la iniciativa con un sofisticado movimiento.
Durante tres días, ambos ejércitos intentaron flanquearse mutuamente tomando contacto esporádico sus unidades ligeras y acampando por la noche uno frente al otro.
Al llegar a Cantalpino, ambos ejércitos se separaron, ya que cada comandante tenía su propio plan.
El día 21, Wellington decidió no cruzar Salamanca, sino pasar el Tormes en Santa Marta y tomar posiciones al sur de la ciudad.
También ordenó que la división de Edward Pakenham y la caballería de la reserva, que aún estaban al otro lado del Tormes, cruzaran y se dirigieran a Aldeatejada, donde podían proteger una eventual retirada.
Esta colina se llama Arapil Grande por oposición al Arapil Chico, que se alza al otro lado de la ancha y poco profunda depresión longitudinal que Wellington quería usar como línea de frente.
Se trataba de Thomières y Maucune, que una vez sobre la loma habían decidido ocupar toda su extensión.
Finalmente se dirigió a una pequeña colina al oeste de Leith para observar la batalla.
Leith a su vez cruzó lentamente la depresión con su división organizada en una doble fila para cargar pendiente arriba contra Maucune.
Los historiadores han criticado mucho a Wellington y este alegó en sus memorias que Cole se había precipitado.
Sin embargo, cuando se dirigió al norte en otoño vio su avance interrumpido por la guarnición francesa de Burgos, que resistió el asedio y varios asaltos a la ciudad.