Leandro Fernández de Moratín

Se crio en un ambiente donde eran frecuentes las discusiones literarias, pues su padre Nicolás fue un hombre dedicado a las letras y fundador y asiduo tertuliano de la Fonda de San Sebastián.A los 19 años, en 1779, ya había conseguido un accésit de poesía del concurso público convocado por la Real Academia Española con el romance heroico La toma de la Granada por los Reyes Católicos.Enamorado desde niño de una apuesta vecina, Sabina Conti y Bernascone, cuando el poeta contaba veinte y ella apenas quince esta se casó sin embargo con su tío, que le doblaba en edad; el poeta quedó sumido desde entonces en la melancolía y abrigará una antipatía ante los matrimonios desiguales que expresará en su futura creación dramática.Para más desgracia, su padre fallece en 1780, lo asaltan las estrecheces económicas y Moratín debe cuidar de su madre.En 1782 ganó esta vez el segundo premio de la Real Academia con su Lección poética.La experiencia fue muy provechosa para el joven escritor; por ejemplo, conoció al dramaturgo neoclásico Carlo Goldoni.Era este grupo fundamentalmente una tertulia de amigos que se consagraba a leer y criticar obras teatrales.A poco de llegar Godoy al poder logró la protección del favorito, que le ayudó a estrenar sus comedias y aumentó sus ingresos con otras sinecuras eclesiásticas: tres mil ducados en una feligresía en Montoro y seiscientos sobre la mitra de Oviedo.Con estas rentas logra un discreto pasar que le permite consagrarse solo a escribir teatro.Aprovecha para estudiar el teatro de Shakespeare, aunque como no domina bien el inglés se apoya en las refundiciones de Jean-François Ducis, y traduce Hamlet (impreso en 1798).Tiene ya escritas sus piezas El barón y La mojigata, que conseguirá estrenar, aunque no sin la oposición de quienes ven en él un afrancesado que se ha beneficiado grandemente del odiado valido Manuel de Godoy.En ese mismo año (1799) su amigo aragonés Francisco de Goya le pinta el primero de los dos retratos que le dedicó, a lo que el poeta correspondió con su Silva á D. Francisco Goya, insigne pintor; menos conocido es que por la misma época también le hizo otro buen retrato el pintor dandy Luis Paret y Alcázar como un apuesto petimetre pisaverde, que se conserva en el Museo de Navarra.Además se le nombra caballero de la Orden Real de España, que él llamó "Orden del Pentágono", creada por el monarca, que era masón.Por entonces inicia sus traducciones de Molière, que en realidad son adaptaciones, y La escuela de los maridos es estrenada en 1812 por su amigo el gran actor Isidoro Máiquez, afrancesado como él e igualmente retratado por Goya.Recibe su correspondencia a nombre de Melitón Fernández, Joseph Sol o Francisco Chiner.Pero se declara la peste en la ciudad y Moratín huye a Bayona en 1821; ya no volverá jamás a España; en Barcelona se imprime, sin embargo, su edición de las Obras póstumas de su padre en ese mismo año, en que además la Real Academia Española lo nombra miembro de número.Sus Diarios (1968) y su Epistolario (1973) tuvieron que esperar más tiempo, editados por el hispanista René Andioc.Su carácter le llevó a la comedia, género que define diciendo: «pinta a los hombres como son, imita las costumbres nacionales existentes, los vicios y errores comunes, los incidentes de la vida doméstica; y de estos acaecimientos, de esos privados intereses, forma una fábula verosímil, instructiva y agradable».Hablando de sí mismo en tercera persona, el dramaturgo proporciona, entre otras muchas doctrinas sobre el teatro, su definición del género cómico: La primera comedia escrita por Moratín fue estrenada el 22 de mayo de 1790, pero su génesis y redacción se remontan a varios años antes, quizás a 1783.En el café donde se desarrolla la acción se produce una animada discusión entre partidarios y detractores de la comedia, que representa el tipo de teatro que triunfaba entonces en los escenarios madrileños.Dramas como El delincuente honrado de Jovellanos son prácticamente los únicos en prosa escritos hasta entonces.Esta moda encontró su reflejo en el teatro: Carlo Goldoni había escrito una comedia titulada La bottega del caffè, conocida sin duda por Moratín, pues en La comedia nueva se utiliza alguna situación de la obra goldoniana, como es el reloj parado del pedante.Con La mojigata Moratín seguía con su análisis personal del problema de la educación femenina en sus repercusiones sociales.Con este triángulo amoroso como argumento se desarrolla la obra, cuyo tema principal es la opresión de las muchachas forzadas a obedecer a su madre y entrar en un matrimonio desigual y en este caso con una gran diferencia de edad entre los contrayentes.Esta contradicción entre la teoría y la práctica es el hilo que conduce la trama teatral.Las Apuntaciones sueltas de Inglaterra[9]​ se componen de cuatro cuadernos en que el autor expone su viaje a Londres y otras ciudades inglesas (Portsmouth, Southampton, Winchester, Windsor, Hampton Court, Greenwich, Richmond, Kew, Brentford) a fines del siglo XVIII.Le sorprenden las fiestas y el ritmo acelerado y presuroso de los ingleses, y constata el calado de las ideas revolucionarias: El Viaje a Italia, realizado con su amigo "Narildo", sobrenombre de Antonio Robles Moñino, sobrino del conde de Floridablanca, a continuación del de Inglaterra y mucho más extenso (ocho cuadernos), recoge en realidad su itinerario desde Dover a Bélgica (Brujas, Gante, Bruselas, Lovaina, Maastrich) y luego por Alemania y Suiza (Colonia, Bonn, Fráncfort, Manheim, Offenburg, Kenzingen, Fribourg, Schaffhausen, Eglisau, en cuyo río se bañó, Zúrich, Lucerna, Altorf, Ayrolles, Bellinzona y Lugano) viendo museos, monumentos, arquitecturas, paisajes, gentes, productos, costumbres, comercio, agricultura, inscripciones, obras de arte hasta llegar a Italia.Analiza el teatro operístico italiano y asiste a dos de esas piezas en Nápoles.De allí parte a Ferrara (a cuyo poeta Ludovico Ariosto celebra y donde reencuentra a su amigo, el conde Juan Bautista Conti), y parte con él a Lendinara; luego sigue solo a Verona (cuyos palacios le parecen más pequeños pero más elegantes que los de Florencia); celebra su museo lapidario y acude a su teatro a ver una fea comedia; Vicenza (donde entre otras cosas, estudia el teatro olímpico de Andrea Palladio), Padua (donde visita el jardín botánico y el gabinete de máquinas de la universidad y conoce al físico Stefano Gallini y a los abates y humanistas Melchiorre Cesarotti y Alberto Fortis; por demás, se enamora de una tal Bocucci) y, por fin, entra dentro de una gran barcaza con otros sesenta viajeros en Venecia: Venecia "no es ciertamente la mejor de las repúblicas posibles: poco más de doscientas familias, que compondrán apenas 1500 individuos, son las que tienen en su poder el gobierno político y civil de toda la nación".
Portada de La derrota de los pedantes (1789). Madrid, en la Oficina de Benito Cano
El asalto de las Tullerías el 10 de agosto de 1792
Portada de la edición príncipe de El sí de las niñas (Madrid, Imprenta de Villalpando, 1806)
Retrato de Leandro Fernández de Moratín (1824) por Francisco de Goya ( Museo de Bellas Artes de Bilbao ).
Tumba de Moratín en el Cementerio de San Isidro de Madrid .