José Lidón

En 1763 gana por oposición una plaza en la Catedral de Málaga que no llegará a ocupar.

Desde 1805 hasta su fallecimiento fue director de la Capilla Real.

Tras el regreso de Fernando VII al trono, intercedió por su amigo y también compositor Juan Oliver.

Fue un músico distinguido de gran y sólida reputación, fecundo compositor que disfrutó de justo renombre como teórico, organista y profesor.

Dejó más de sesenta obras de música religiosa, entre ellas las siguientes que se conservan en la Capilla Real de Madrid: cuatro misas, un oficio de vísperas, dos salmos, un himno al Sagrado Corazón de Jesús, 32 lamentaciones, dos misereres, tres himnos , un oficio de difuntos, tres Te Deum, dos saludos y letanías, una letanía, de santos, una Salve Regina, varias piezas y sonatas para órgano, motetes, y seis fugas para órgano con sus intentos formados sobre el canto de los seis himnos: (Ave Maris Stella, Quem Tierra, Verbum supernum prodiens, O gloriosa Virginum, Pange lingua y Sacris solemnis compuestas en Madrid a partir de 1778).