Los Lassala se instalaron en España en el siglo XVIII desde Francia; el padre del escritor, Bernardo Lassala Vergés, había sido señor de Préchac, en el principado francés de Bearne, y abad laico con asiento en Cortes; su instalación en la Valencia del setecientos le permitió convertirse en un importantísimo hombre de negocios.Se dedicó a la enseñanza hasta 1767, cuando fueron expulsados los Jesuitas de España por Carlos III; entonces marchó a Córcega, profesó en 1771 y, al extinguirse la Compañía de Jesús en 1773, quedó como sacerdote secular establecido en Bolonia.Él seguía publicando poemas tanto en latín como en castellano e italiano.[2] Escribió además tragedias neoclásicas como Ifigenia en Aulide, Joseph o Dido abandonada.En latín compuso unas Orationes habitae ad Senatum et Academiam valentinam (1763) dedicada una al tema de cómo alcanzar el supremo bien moral; en ella se enfrenta abiertamente a Voltaire; también escribió un diálogo en verso titulado La tragedia española vindicada y algunas piezas en italiano como Ormisinda y Berenice, un par de sainetes y una Loa a San Vicente Ferrer.