Soneto

El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo, en ambos casos, desatados por los versos anteriores.

Desde su origen en la isla de Sicilia, el soneto pasó a la Italia central, donde fue cultivado por los poetas del Dolce stil novo: Guido Guinizzelli (1240-1276), Guido Cavalcanti (1259-1300) y Cino da Pistoia, entre otros, quienes emplean ya los dos cuartetos y los dos tercetos, estos últimos con una estructura variable.

En el siglo XIV fueron muy importantes los sonetos amorosos de Dante Alighieri, dedicados a su amada Beatrice Portinari, y recogidos en su libro Vita nuova.

En el siglo XVI aparece también el soneto «inglés o isabelino» en que los catorce versos se agrupan en tres serventesios y un pareado.

Los temas del soneto son muy variados, desde el amoroso al satírico, pasando por los morales y metafísicos (en los que destacó Francisco de Quevedo).

Los autores barrocos juegan con la forma del soneto pero no lo alteran en su estructura esencial, que continúa siendo la consagrada por Garcilaso de la Vega y Juan Boscán.

Por el primer terceto voy entrandoy parece que entré con pie derecho,pues fin con este verso le voy dando.

En el período neoclásico decae el uso del soneto, aunque es cultivado por autores como José Cadalso y Meléndez Valdés, entre otros.

Tampoco el Romanticismo español le presta mucha atención: entre las Rimas de Bécquer, por ejemplo, se encuentra un único soneto.

Incluso en los sonetos que no siguen estrictamente la estructura problema/resolución, el noveno verso suele marcar un "giro" al señalar un cambio en el tono, el estado de ánimo o la postura del poema.

[14]​ En una fecha algo anterior, Dante había publicado su La Vita Nuova, un comentario narrativo en el que aparecen sonetos y otras formas líricas centradas en el amor del poeta por Beatriz.

[15]​ La mayoría de los sonetos son petrarquistas (aquí se utiliza como un término puramente estilístico, ya que Dante es anterior a Petrarca).

[17]​ Tan comunes eran que con el tiempo, en palabras de un historiador literario, «ningún acontecimiento era tan trivial, ninguno tan corriente, un comerciante no podía abrir una tienda más grande, un funcionario del gobierno no podía obtener unos pocos scudi adicionales de sueldo, pero todos sus amigos y conocidos debían celebrar el acontecimiento, y revestir sus felicitaciones con una copia de versos, que casi invariablemente asumían esta forma».

Apenas tiene presencia en el siglo XVIII, pero es revitalizado en la centuria siguiente por poetas del parnasianismo como José María de Heredia.

Edmund Spenser (1552-1599) compuso sonetos en los que el verso final de cada cuarteto rima con el primero del siguiente, con un esquema abab bcbc cdcd ee.

Pero será Ramón Cabanillas quien introduzca esta forma poética en la modernidad literaria con diferentes esquemas de rima.

Esta forma poética aparece por primera vez escrita por Pere Torroella (1420-1492) y se difunde ampliamente a lo largo del siglo XVI.

Entre los contemporáneos, destacan como sonetistas Jeroni Zanné, Josep Maria Solé, J. V. Foix o Joan Brossa.

Carner utilizó el soneto con una perfección lingüística inigualable y una exigencia formal llena de referencias cultas.

Los cinco primeros sonetos de Il Canzoniere de Petrarca.