Sus obras fundamentales son las Elegías de Duino y los Sonetos a Orfeo.
En prosa se destacan las Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge.
Entre 1892 y 1895 recibió lecciones privadas para prepararse con vistas al examen de ingreso en la Universidad, que superó con éxito en 1895.
Tras abandonar Praga, Rilke cambió su primer nombre de René a Rainer, tal vez para manifestar su desagrado con la familia.
En estos años trabajó en El libro de horas (Das Stundenbuch), que se publicaría en 1905.
No obstante, el encuentro con artistas e intelectuales parisinos le resultó muy estimulante.
En los años siguientes, París terminó convirtiéndose en la residencia principal del escritor, que seguiría realizando continuos viajes por Italia, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Bélgica y Francia, así como por varias ciudades de Alemania y el Imperio austrohúngaro, hospedándose siempre en casas de amigos.
Esta última obra consiste en una serie de confesiones espirituales supuestamente escritas por un danés exiliado en París, y tiene un importante componente autobiográfico.
En septiembre de 1912, estando en Venecia, escribe por carta "quiero ser toledano", y dos meses más tarde viaja a España.
[6] El estallido de la Primera Guerra Mundial sorprendió a Rilke en Alemania.
No pudo regresar a París, donde sus propiedades fueron confiscadas y subastadas por ser súbdito de un país enemigo.
Antes y después de esa fecha trabajó en Los sonetos a Orfeo.
Durante estos años tuvo una relación con la artista Baladine Klossowska, quien fuera madre del famoso filósofo y novelista francés Pierre Klossowski y del influyente pintor Balthus (Balthasar Klossowski).
Él mismo escogió su epitafio: Rose, oh reiner Widerspruch, Lust,Niemandes Schlaf zu sein unter sovielLidern.Rosa, oh contradicción pura, deleitede ser sueño de nadie bajo tantospárpados.