Inflamación

Se trata de una respuesta inespecífica frente a las agresiones del medio, y está generada por los agentes inflamatorios.

Este sistema se compone esencialmente de barreras que tienen como objetivo eliminar los virus, bacterias, parásitos y otras partículas extrañas del cuerpo o limitar su capacidad de diseminarse y moverse por todo el cuerpo.

No obstante, al poco tiempo quedó claro que tanto los factores celulares (fagocitos) como los séricos (anticuerpos), eran imprescindibles para la defensa frente a microorganismos, y como reconocimiento por ello Metchnikoff y Paul Ehrlich (quien desarrolló la teoría humoral) recibieron el Premio Nobel de Medicina en 1908.

Lewis llamó a los mediadores químicos de la inflamación H1 (véase histamina ), y definió la triple respuesta ante la agresión.

En la inflamación aguda distinguimos tres puntos clave: cambios hemodinámicos, alteración de la permeabilidad vascular y modificaciones leucocitarias.

En condiciones normales el endotelio no permite la salida de proteínas y el intercambio se produce por pinocitosis.

Puede producirse en heridas severas, como quemaduras, o por la acción tóxica de microbios que afectan directamente el endotelio.

En condiciones normales, el sistema linfático filtra y controla las pequeñas cantidades de líquido extravascular que se ha perdido en los capilares.

Durante la inflamación, la cantidad de líquido extracelular aumenta, y el sistema linfático participa en la eliminación del edema.

Asimismo, en este caso una mayor cantidad de leucocitos, restos celulares y microbios pasa a la linfa.

Como ocurre con los vasos sanguíneos, los linfáticos también proliferan en los procesos inflamatorios, para atender al incremento de la demanda.

Los leucocitos que han atravesado los capilares se dirigen hacia la zona afectada por un proceso de quimiotaxis.

Una vez liberado, el AA puede metabolizarse por dos vías: Los derivados del ácido araquidónico (también denominados eicosanoides) sirven como señales intra o extracelulares en una gran variedad de procesos biológicos, entre ellos la inflamación y la hemostasis.

El principal productor de histamina son los mastocitos, aunque también se produce por los basófilos y las plaquetas.

Los factores de crecimiento que utilizan las células epiteliales para estimular su renovación son asimismo citoquinas.

Sus acciones principales son: El óxido nítrico (NO) es un gas producido en algunas neuronas del cerebro, macrófagos y células endoteliales.

La vida media in vivo del NO es muy corta, por lo que solo actúa sobre las células muy próximas al lugar de producción.

Las principales especies producidas intracelularmente son el anión superóxido (O2-), el peróxido de hidrógeno H2O2 y el radical hidroxilo (*OH).

Los neutrófilos y los monocitos contienen gránulos lisosomales necesarios para la digestión de los materiales fagocitados.

Si estos compuestos se vierten al exterior, pueden amplificar la respuesta inflamatoria, ya que tienen un efecto destructor sobre los tejidos (elastasas, colagenasas, proteasas...).

Para contrarrestar su efecto, existen antiproteasas en el suero, fundamentalmente la α1-antitripsina, que es el principal inhibidor de la elastasa.

En particular, su acción sobre el centro de la fiebre permite elevar la temperatura, lo que compromete la supervivencia bacteriana.

En parte, la inflamación desaparece simplemente porque los mediadores se producen en estallidos rápidos, solo mientras persiste el estímulo, tienen vidas medias cortas, y son degradados tras su liberación.

Los neutrófilos también tienen una vida media corta y mueren por apoptosis unas pocas horas después de dejar la sangre.

Además, es importante en el desarrollo del cáncer y en enfermedades que anteriormente se consideraban exclusivamente degenerativas, como el Alzheimer.

Los macrófagos son células residentes en los tejidos, que se originan a partir de los monocitos del plasma.

Sin embargo, mientras que los monocitos tienen una vida media corta (1 día), los macrófagos tisulares sobreviven durante meses o años.

Los mastocitos, como los macrófagos, son células centinelas ampliamente distribuidas por los tejidos, que reaccionan al estrés físico (calor, frío, presión), y participan tanto en la inflamación aguda como en la crónica.

En sus membranas tienen receptores para IgE, que en reacciones de hipersensibilidad inmediata, estimulan la degranulación, liberando mediadores como histamina y prostaglandinas.

Como resultado de esta activación, se producen los granulomas, que son focos de inflamación crónica, en los que el agente patógeno está en el centro, rodeado por macrófagos transformados en células pseudo-epiteliales, rodeados por leucocitos mononucleares, sobre todo linfocitos y en ocasiones células plasmáticas.

Inflamación en los dedos del pie
Esquema de la pared del intestino con permeabilidad aumentada . Los dos factores más potentes que la provocan son ciertas bacterias intestinales y la gliadina [ 11 ] ​ (principal fracción tóxica del gluten ), independientemente de la predisposición genética, es decir, tanto en celíacos como en no celíacos. [ 12 ] [ 13 ] ​ Esto permite el paso sin control de sustancias al torrente sanguíneo, con el consiguiente posible desarrollo de enfermedades inflamatorias, autoinmunes , infecciones , alergias o cánceres , tanto intestinales como en otros órganos . [ 11 ]