[3][2] Otros fármacos con propiedades antiinflamatorias leves o de efecto indirecto son algunos antihistamínicos H1.
Pero el mecanismo no es claro y muchos solo se han podido documentar en estudios in vitro.
Los fármacos inhibidores de la COX-2 pueden tener efectos cardiovasculares adversos incluso fatales en pacientes susceptibles, por lo cual algunos han sido retirados del mercado.
También pueden producir hemorragias, vértigo, cefaleas, fatiga, sueño, y veces ocasionan reacciones alérgicas de consideración.
Rara vez producen alteración de las células sanguíneas, problemas renales o nefropatías y trastornos hepáticos.
Los antiinflamatorios herbales también pueden causar serios efectos adversos como por ejemplo la árnica que puede producir cirrosis con la subsiguiente insuficiencia hepática.
Para evitarlo el médico suele formular medicamentos gastroprotectores como el omeprazol, el lansoprazol, o el esomeprazol, entre otros.