El aumento del flujo sanguíneo al área afectada proporciona proteínas, nutrientes y oxígeno para una mejor curación.
También se ha utilizado termoterapia con hipertermia para tratar el cáncer en combinación con radiación ionizante.
[5] La terapia de calor es útil para tratar los espasmos musculares, mialgia, fibromialgia, contracturas, bursitis.
[6] La terapia de calor también se usa a veces como coadyudante en el tratamiento del cáncer para aumentar el efecto de la quimioterapia o la radioterapia, pero es importante reiterar que no es suficiente para destruir las células cancerosas por sí sola.
Esto produce un aumento de temperatura que penetra más profundamente en los tejidos.