[2] Esta técnica fue introducida en España en 1910 por el Dr. Celedonio Calatayud, que a su vez fue el primero en utilizarla en terapéutica ginecológica, lo que supuso un gran avance a nivel internacional.
[2] El calor que se produce incrementa el flujo sanguíneo y se puede utilizar en el tratamiento de los dolores profundos de las enfermedades reumáticas y artríticas.
El principio de la diatermia puede aplicarse a diversos instrumentos quirúrgicos; el bisturí diatérmico, por ejemplo, se utiliza para coagular tejidos.
Al utilizar el bisturí la sangre se coagula y los pequeños vasos se obstruyen, pudiéndose efectuar incisiones que prácticamente no sangran.
Asas y agujas diatérmicas pueden usarse para destruir tejidos innecesarios (electrocauterio).