Sarcoidosis

La enfermedad puede manifestarse en cualquier órgano del cuerpo, con mayor frecuencia en el pulmón y ganglios intratorácicos.

Afecta comúnmente a adultos jóvenes de ambos sexos, aunque es ligeramente más frecuente entre las mujeres.

[1]​[2]​ Es una enfermedad que afecta a todas las poblaciones humanas, con una incidencia media de 16,5/100 000 en hombres y 19/100 000 en mujeres.

En concreto, apenas se han registrado casos en inmigrantes del norte de España.

[2]​ Su diagnóstico generalmente se hace por exclusión con una clínica compatible, imágenes radiológicas sugerentes y la confirmación histológica con presencia de granulomas no caseosos.

Pueden producirse afecciones renales, hepáticas, cardiacas o encefálicas, que pueden provocar alteraciones funcionales posteriores.

La presentación de sarcoidosis cardiaca puede ir desde anormalidades asintomáticas en la conducción hasta incluso arritmias ventriculares.

En algunos pacientes, este tratamiento puede ralentizar o revertir el curso de la enfermedad, pero otros no responden a esta terapia.

Además los corticosteroides tienen efectos secundarios, de manera que su uso se suele limitar a los casos más graves.

La doctora Quero describió la posible relación entre ambas patologías tras analizar la literatura y observar que los pacientes silicóticos en la fase dos y tres de la enfermedad presentaban cuadros similares a la sarcoidosis pulmonar.

Los enfermos que padecían sarcoidosis pulmonar incluidos en su estudio tenían también lesiones propias de la silicosis.

Ampliación micrográfica de un cuerpo visto en sarcoidosis pulmonar.
TC de tórax que muestra linfoadenopatías perihiliares bilaterales en paciente con sarcoidosis
Síntomas y signos de la sarcoidosis