Reino de Jerusalén
No obstante, rehusó tomar dicho título, alegando que un hombre no debía llevar una corona donde Cristo había llevado la corona de espinas; en su lugar, eligió el título de Advocatus Sancti Sepulchri (Defensor del Santo Sepulcro).Balduino no era tan escrupuloso como su hermano, y se hizo coronar rey de Jerusalén (aunque Dagoberto, entonces patriarca latino de Jerusalén, se negó a coronarlo en dicha ciudad y la ceremonia tuvo lugar en Belén).Las ciudades-estado italianas de Venecia, Pisa y Génova comenzaron a desempeñar un papel muy importante en el reino.Sus flotas ayudaban a la toma de los puertos, donde posteriormente se les concedían barrios en los que tenían gran autonomía económica.Balduino también repobló Jerusalén con cristianos nativos, después de su expedición más allá del río Jordán en 1115.La población del reino fue siempre escasa: aunque constantemente llegaba un pequeño flujo de colonos y nuevos cruzados, la mayor parte de los que habían luchado en la Primera Cruzada volvieron a sus casas sin más.Los latinos no fueron más que el estrato superior situado sobre los musulmanes nativos y la población siria.No obstante, Jerusalén pasó a ser conocida como Outremer, palabra francesa que significa Ultramar, y, conforme las nuevas generaciones crecían en el reino, comenzaron a considerarse orientales en vez de inmigrantes.Tal y como el cronista Fulquerio de Chartres escribió: nosotros que éramos occidentales ahora nos hemos convertido en orientales.Estas memorias, Kitab al i'tbiar, incluyen un relato muy vivo de la sociedad cruzada en el este.En la zona, a diferencia de la Europa medieval, la economía había sido predominantemente urbana desde tiempos inmemoriales.Aunque la nobleza técnicamente poseía tierra, prefería vivir en Jerusalén o en otras ciudades, cerca de la corte.Cultivaban alimentos para los cruzados, pero no estaban obligados a un servicio militar como los vasallos europeos.Las ciudades-estado italianas, por su parte, no pagaban nada a pesar de poseer barrios en las ciudades portuarias.Jerusalén se dedicó especialmente al comercio de la seda, algodón y especias; otros productos que se dieron a conocer en Europa por primera vez, debido al comercio iniciado por este reino, fueron las naranjas y el azúcar.Los mercenarios podían ser cruzados europeos, o bien, con más frecuencia, soldados musulmanes, como los famosos turcopolos.Había otras cámaras o tribunales de menor importancia, para latinos no nobles, así como para no latinos: La Cour des Bourgeois era el tribunal para los latinos no nobles, y también había una tribunal especial, como el Cour de la Fond y el Cour de la Mer, utilizados por los mercaderes en las ciudades costeras.En Jerusalén, la familia real vivía en el palacio y aledaños, que se situaban en los alrededores de la Torre de David, o bien, como alternativa, en el monte del Temple, donde los Caballeros Templarios tenían su cuartel general.A Balduino II le sucedió en 1131 su hija Melisenda, que reinó junto con su marido Fulco, primer conde de Anjou.Fulco murió en un accidente durante una cacería en 1143, y Zengi aprovechó esta muerte para conquistar el condado de Edesa en 1144.Melisenda finalmente se rindió y abandonó la regencia dejando a su hijo Balduino III como monarca.No obstante, Balduino al año siguiente la volvió a elegir como regente y consejera jefe.El rey conquistó a los califas fatimíes de Ascalón, su última plaza en la costa palestina.Las campañas en Egipto fueron sufragadas por Manuel I Comneno y Amalarico se casó con otra sobrina de este emperador, María Comneno, aunque de hecho, no se llegó establecer una liga firme entre cruzados y bizantinos.En 1183 Raimundo y los nobles obligaron a que el hijo de Sibila, Balduino V, fuese coronado como copríncipe reinando junto con su tío Balduino IV, decidiéndose que al morir este su sobrino le heredaría, evitando completamente el mandato de Sibila y Guido.Raimundo, disgustado, volvió a Trípoli, y con él otros nobles tales como Balduino de Ibelín.Mientras tanto, sorprendentemente, Federico II consiguió recuperar Jerusalén mediante un tratado con el sultán ayubí al-Kamil.De 1229 hasta 1268, los monarcas vivieron en Europa y normalmente tenían un reino mucho mayor del que preocuparse.Aunque los mongoles invadieron Siria en varias ocasiones, también fueron repetidamente rechazados por los mamelucos, siendo la batalla más notable la de Ain Jalut en 1260.Los mamelucos, bajo la égida del sultán Baibars, se vengaron del Reino, prácticamente indefenso, conquistando una a una las pocas ciudades que le quedaban, hasta llegar a Acre, el último bastión, que fue conquistado por el sultán Khalil en 1291.