Si bien Balduino en principio, como hijo menor, estaba destinado a una carrera eclesiástica, hacia 1080 ya había abandonado esta idea.
Cuando los cruzados pasaron por Hungría, el rey Colomán pidió un rehén para asegurarse la buena fe de la expedición: Balduino fue entregado con este fin hasta que sus compañeros salieron del territorio húngaro.
Este rehén, su hijo y futuro emperador Juan II Comneno, fue entregado a Balduino.
Balduino viajó con sus hermanos hasta Heraclea Cybistra en Asia Menor, donde se separó del cuerpo principal de la Cruzada con Tancredo para seguir hacia Cilicia.
Seguramente, Tancredo pretendía hacerse con algún territorio para establecerse como príncipe en Oriente, y Balduino debía de tener las mismas intenciones.
La pugna entre Iglesia y Estado se mantuvo hasta la primavera de 1101, cuando Balduino consiguió suspender a Dagoberto por un legado papal.
Los egipcios dominaban aún el campo, y Balduino se enfrentó a ellos fuera de Jaffa, venciéndoles esta vez.
Balduino prefería a Bohemundo en lugar de Tancredo, que gobernaba Antioquía como regente.
Balduino se trasladó entonces al norte para ayudar a Edesa, que era asediada por Mawdud de Mosul.
En 1113 se casó con Adelaida del Vasto, pues en 1108 había dejado a su esposa armenia Arda con el pretexto de que ésta mantenía relaciones sexuales con musulmanes, aunque es más probable que la mujer le resultase políticamente inútil en Jerusalén, donde no había población armenia.
Técnicamente el matrimonio era bígamo, pues Arda vivía aún en un monasterio de Jerusalén, y posteriormente causaría muchos problemas tanto a Balduino como al patriarca Arnulfo de Chocques, que lo había sancionado.
En 1115 dirigió una expedición a Transjordania ("Oultrejordain") y allí edificó el castillo de Montreal.
Algunos de los caballeros usaron hábilmente sus lanzas para capturar algunos peces, que llevaron al campamento, donde los comieron.
Fulquerio de Chartres dice: "Los francos le lloraron, los sirios e incluso los sarracenos que lo vieron también lo lamentaron".
Su primo Balduino de Bourcq fue elegido sucesor, aunque el reino también fue ofrecido a Eustaquio III, que lo rechazó.
Aunque Guillermo no le conoció personalmente, como Fulquerio, nos da una detallada descripción del mismo: Nunca tuvo hijos, ni siquiera con su primera esposa, Godehilda.