Poco después moría Guillermo Jordán, y Beltrán se convertía en el único señor El condado de Trípoli siguió existiendo como vasallo del reino de Jerusalén; mientras que a los caballeros hospitalarios se les cedió en 1142, el Krak de los Caballeros.
El Conde Raimundo III, que rigió Trípoli de 1152 a 1187, fue una figura importante en la historia del reino.
Por dos veces fue regente del reino, primero para el joven Balduino IV de 1174 a 1177, y luego para Balduino V de 1185 a 1186.
Trípoli sobrevivió algunos años más, hasta que aprovechando una disputa interna los mamelucos tomaron la capital en 1289,[1]: 328 con la excepción de Jebail y Tortosa, que fue el último bastión cruzado en caer en 1291.
Los reyes de Chipre lo llevaron entonces, o se lo atribuyen a sus hijos.