Yolanda de Jerusalén

María murió poco después de haberla dado a luz, posiblemente por fiebre puerperal.

Debido a que su padre Juan no tenía una pretensión directa al trono, él gobernó como regente hasta su matrimonio.

Yolanda se casó con Federico II Hohenstaufen, emperador del Sacro Imperio, el 9 de noviembre de 1225, quien se había implicado en la Quinta Cruzada, enviando tropas desde Alemania, pero no consiguió acompañar al ejército directamente, a pesar de que lo incitaban a ello los papas Honorio III y más tarde Gregorio IX, pues necesitaba consolidar su posición en Alemania e Italia antes de embarcarse en una cruzada.

Durante una reunión entre Juan de Brienne, el papa Honorio III y Federico II en la ciudad de Ferentino en 1223, el destino de Yolanda quedó decidido: Federico aceptó finalmente ir a la cruzada, pero solo como rey legítimo de Jerusalén, y esto sólo era posible si se casaba con la reina Yolanda; para entonces Federico era viudo.

Inmediatamente Federico II procuró que su suegro, Juan de Brienne, hasta entonces regente, fuera desposeído del cargo y sus derechos transferidos a él.

Matrimonio de Yolanda de Jerusalén con Federico II.