Con 12 años se acordó su matrimonio con Hunfredo IV de Torón, que tenía 17, en 1183.
Su medio hermano Balduino IV fue reconocido unánimemente como rey, pues era el único varón.
Según este acuerdo, Sibila e Isabel tenían los mismos derechos sucesorios.
El testamento de Balduino IV fue ignorado y se coronó a Sibila en 1186.
En dichas circunstancias, Guido siguió titulándose Rey, a pesar del apoyo que tenía Isabel.
Además, Hunfredo, al que Isabel amaba pues prácticamente habían crecido juntos, no se consideraba preparado para el trono en tiempos tan turbulentos.