Como pariente masculino más cercano del niño rey, Raimundo fue elegido bailío (o regente).
Los partidarios de Raimundo también persuadieron al rey para nombrarlo bailío del niño Balduino V en 1185.
Raimundo se negó a rendirles homenaje e hizo una alianza con Saladino, lo que le permitió cruzar Galilea durante sus campañas contra Jerusalén y colocar una guarnición en Tiberíades.
[12][10] Sin embargo, Nur al-Din había levantado el asedio y se retiró con sus tropas sin ofrecer resistencia.
[19] Así mismo, su madre y su tía gastaron una cantidad considerable de dinero para comprar joyas preciosas para la futura emperatriz.
[21][22] El conde de Trípoli, sintiéndose ofendido por el desaire hecho a su familia, envió a su recién construida flota, que estaba tripulada por piratas, para saquear las costas e islas bizantinas cercanas en agosto de 1161.
[37] Los autores musulmanes escribieron que el rescate ascendió a ciento cincuenta mil dinares sirios, así también en una carta de Bohemundo III, se dice que pidió prestado dinero a los caballeros hospitalarios para pagar una parte de su rescate.
[55] Saladino había expandido su gobierno a Damasco, Baalbek, Shaizar y Hama, aprovechando la minoría del hijo de Nur al-Din, As-Salih Ismail al-Malik.
[57] Guillermo de Tiro más tarde declaró que los comandantes del ejército cruzado dudaron si los defensores en realidad deseaban liberar a sus prisioneros.
[65] Según los rumores que se extendían entre los cruzados, Raimundo y Bohemundo lo convencieron de negarse porque, como Guillermo de Tiro lo registró, querían «atraerlo a sus propias tierras, esperando con su ayuda emprender algo que beneficiara a sus estados».
[70] El asedio duró solo cuatro días debido a que Bohemundo los convenció de unírsele para atacar Harenc.
[72] Raimundo atacó a un grupo de turcomanos y les arrebató un considerable botín en 1178 u 1179, pero Saladino fortaleció su defensa fronteriza para evitar nuevas incursiones.
[74][75] Raimundo, que se alojaba en Tiberíades, se unió al ejército real[73] y rodearon a los asaltantes en un vado cerca del río Litani, pero los egipcios ingresaron en Galilea y derrotaron a los cruzados en la batalla de Marjayoun el 10 de junio.
[76][78] Esa perfidia indignó a Ridefort, que dejó Trípoli y se estableció en el Reino de Jerusalén en 1179.
[80][81] Aunque aparentemente vinieron a celebrar la Pascua en la Ciudad Santa, el enfermo Balduino IV temió que quisieran destituirlo.
[84] Como Raimundo y Bohemundo habían perdido el favor del rey, abandonaron Jerusalén poco después de la Pascua.
[85] Estaban cruzando Galilea cuando Saladino invadió el principado, y su llegada lo obligó a retirarse.
[94][96] El ejército real regresó a los territorios centrales del reino, porque Balduino sospechaba que Saladino estaba planeando nuevas incursiones.
[107] Raimundo, Bohemundo, Reinaldo de Sidón y los hermanos Ibelín lo persuadieron fácilmente para despedir a Guido.
[113] Según la crónica de Ernoul, Balduino IV aceptó su elección y le pidió a Raimundo «actuar como regente del reino y del niño durante diez años hasta que el niño alcanzara la mayoría de edad».
[116][117] La Alta Corte también estipuló que las órdenes militares mantendrían todas las fortalezas reales durante la minoría del rey, pero Beirut fue otorgado a Raimundo para compensarlo por los gastos de la administración estatal.
[141] De acuerdo con su tratado con Saladino, Raimundo permitió que las tropas sirias entraran libremente a Galilea.
[150] Las noticias sobre el asedio de Tiberíades suscitaron nuevos conflictos entre los cruzados, porque Raimundo y Ridefort propusieron diferentes estrategias.
[153][150] El rey finalmente decidió atacar, y ordenó a su ejército marchar hacia Tiberíades.
[164] Raimundo cayó gravemente enfermo en Trípoli y Baha ad-Din ibn Shaddad registró que padecía de pleuresía.
[166][167] Otras fuentes— Ernoul, el Estoire de Eracles y Abu al-Fida— enfatizaron que su tristeza por la catastrófica derrota en Hattin causó su enfermedad.
[169] Guillermo de Tiro, que tenía a Raimundo en alta estima,[170] lo describió como un hombre con «mucha previsión» en política y guerra.
[73] Aunque Guillermo (quien fue nombrado canciller y arzobispo durante la primera regencia de Raimundo) no puede ser considerado como un observador neutral,[42] su crónica influyó fuertemente en las obras de Steven Runciman, Marshall Baldwin y otros historiadores del siglo XX.
[169] Barber también enfatiza que las «acciones de Raimundo generalmente fueron impulsadas por sus propias ambiciones y necesidades personales».
[173] Imad ad-Din al-Isfahani escribió que Raimundo no se convirtió solo porque tenía miedo de su coreligionarios.