En 1218, durante la Quinta Cruzada, al-Kamil dirigió la defensa de Damieta y se convirtió en sultán ese mismo año, cuando su padre murió en esa plaza.
Buscar la conversión del sultán únicamente le hubiese supuesto más problemas y probablemente la condena a muerte por apóstata.
Al-Kamil propuso al emperador Federico II Hohenstaufen que había planeado la Sexta Cruzada, la devolución de Jerusalén para crear un estado tapón entre Egipto y Siria.
Al-Mu'azzam murió en 1227, lo que eliminó la necesidad de un acuerdo con el emperador cristiano, pero para entonces Federico II ya había llegado a Oriente.
En este periodo de diez años,[4] hubo paz con los cruzados, pero al-Kamil tuvo que luchar contra los selyúcidas y los corasmios; murió finalmente en 1238.