La población arranca literalmente a los pies de una línea montañosa bastante escarpada en muchos puntos y se expande hacia la llanada.
La zona del llano se subdivide en tres unidades (de este a oeste): el Pla de Quart, el Pla d'Onil y la Marjal, antiguamente un humedal cuya desecación concluyó en el siglo XVIII.
Su clima es en general templado, pero batido por todos los vientos, aunque dominando el de poniente.
En verano se alcanzan temperaturas de 35 °C y en invierno, en casos extremos, pueden bajar hasta los -10 °C.
[15] En 1247, Abū Zayd cede los derechos eclesiásticos sobre estos lugares al arzobispo de Tarragona.
[18] Ello ocurre probablemente con el objeto de preservar en manos reales la defensa de aquella zona meridional, que en aquellos años se encuentra, como es sabido, en la franja suroccidental del reino y forma frontera directa con el de Murcia, hasta poco antes taifa y ahora protectorado cristiano, donde Castilla aún pugna por afirmar su hegemonía tras obtener en esas tierras acceso al Mediterráneo.
[25] No obstante, entre los años finales del XIII y la primera mitad del siglo XIV, Onil y la alquería de Favanella son objeto de un intrincado vaivén de donaciones[26] y cesiones temporales, permutas, ventas, o están sujetos a prolijos pleitos hereditarios, con repetidas reversiones fugaces a la corona.
Junto al elemento cristiano, es razonable pensar que por esas fechas también hubiese población mudéjar en el lugar de Onil o en sus predios rústicos.
[41] No es seguro que la prosperidad que se suele atribuir al siglo XV valenciano tuviera gran alcance en áreas rurales distantes de la capital como lo era la Hoya de Castalla.
Como herencia visible del señorío a que estuvo sometida la población entre los siglos XIV y XIX, ha quedado el magnífico palacio-fortaleza, conocido actualmente como del marqués de Dos Aguas o Palacio Municipal.
[54] Contra la dependencia señorial,[55] acatada por lo general pero sentida como régimen abusivo, litigó el pueblo de Onil en varias ocasiones.
[56] El segundo pleito importante se inició en 1749, si bien, como en ocasiones anteriores, las pretensiones de emancipación quedaron insatisfechas.
[59] En esta época, se empieza a hacer visible una incipiente burguesía, que, pese al control que ejerce el régimen señorial sobre la vida económica del municipio, va acrecentando sus patrimonios, en parte por medio de actividades crediticias y especulativas.
[63] Proliferan o se intensifican en esa época, como es sabido, las devociones marianas, que establecen o refuerzan las respectivas advocaciones locales;[64] y así ocurre en Onil a raíz de un episodio de peste en 1648.
La actual iglesia, que ocupa el flanco occidental del Palacio Municipal, consagrada a San Jaime, fue concluida oficialmente en 1778,[67] si bien es posible que ya en la segunda mitad del XVII estuviese habilitada para el culto.
[68] Este nuevo templo, planeado por Pere Cambra en 1614,[69] sustituyó a la modesta iglesia o ermita que había existido en lo que se cree fue el núcleo originario del pueblo, construida probablemente en la segunda mitad del siglo XIII, con el establecimiento de los primeros colonos cristianos posteriores a la conquista jaimina.
[70] A esa iglesia primitiva se adosaría más tarde (o acaso se asentó sobre ella) el llamado monasterio de Montserrat (hoy en estado ruinoso), construido entre los siglos XVI y XVII para albergar a una comunidad de religiosas, si bien la fundación del beaterio no llegó a concretarse y de hecho el edificio nunca fue habitado por orden alguna.
[87] No obstante la existencia de onerosos gravámenes sobre la actividad laboral y sobre otros aspectos de la vida económica y social del municipio, en esta época la agricultura se ve favorecida al concluir el proceso de desecación del Almarjal (la Marjal),[88] la vega que se extiende entre Onil y Castalla, que hasta esa fecha había sido terreno palustre.
[89] En las Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia (1795-1797) del geógrafo y botánico valenciano Antonio José Cavanilles se lee la siguiente detallada descripción física del término municipal, así como de sus recursos agrícolas y económicos en general, un diagnóstico que corresponde a los últimos años del Setecientos: Especialmente al olivo es a lo que mayor atención presta el botánico valenciano en su reseña de los diversos cultivos del municipio: La descripción prosigue con datos pormenorizados que permiten hacerse una idea del conjunto de las labores agrícolas características de esa etapa histórica: El cuadro se cierra con información relativa a otras tareas (la alfarería) y a incipientes actividades fabriles del municipio (telares), que en parte tendrán continuidad en el siglo siguiente y llegarán incluso hasta el XX: Por lo demás, el interés por el fomento de la educación, característico del siglo XVIII, se concreta en Onil en el proyecto de fundación, a instancias de su entonces cura párroco, de una escuela elemental para muchachas (una para chicos ya existía al parecer desde antes), que inicia sus actividades a principios del siglo XIX, tras un largo expediente administrativo, cuya resolución se vio retardada seguramente por los sucesos políticos del país a comienzos del Diecinueve.
Esta nueva situación, derogado el régimen señorial, también hará posible el desarrollo de una incipiente industria en los decenios finales del siglo.
[101] A mediados del siglo XIX, el Diccionario geográfico de Pascual Madoz presenta el siguiente cuadro de recursos económicos, ya en algunos aspectos (singularmente, en lo relativo el comercio ambulante) distinto del trazado por Cavanilles cincuenta años antes: La artesanía muñequera está dando aún sus primeros pasos a fines del XIX y tan solo proporciona ocupación a una exigua parte del pueblo, en especial a la juventud femenina.
[105] El sector industrial de la muñeca conoce un crecimiento singular en Onil durante el siglo XX.
[114] Ello se da obviamente en contraste con una paulatina concienciación política de signo diferente y acentos diversos (obrerismo, republicanismo), que, andando el tiempo, pondrá en tela de juicio esa hegemonía.
[119] En el aspecto político, la creciente polarización de posiciones que se vive en aquellos años también tiene su reflejo a escala local.
En los años de la posguerra,[124] los esfuerzos de la mayoría se dirigen a superar las grandes estrecheces materiales del momento y a recuperar y relanzar la actividad económica que había constituido el medio de existencia más importante –junto a las labores agropecuarias– en los cuatro primeros decenios del siglo XX, esto es, la industria muñequera, en la que empieza a intervenir, en proporción mayor que en el pasado, el elemento masculino como fuerza de trabajo.
Ese mismo día se celebra la ofrenda floral a la virgen, que tiene lugar por la tarde.
Por la tarde, se celebra el acto principal de las fiestas, la entrada, encabezada por los cristianos y seguidamente los moros.
El día 30 se celebra el llamado desfile, pasacalle similar a la entrada, pero encabezado por los moros.
[146] La fiesta del Nostre Senyor Robat se viene celebrando en Onil desde 1924 los días 28, 29 y 30 de noviembre.
Recientemente, se ha introducido, junto a los actos religiosos, una romería desde la zona de la Pedrera, en la vecina localidad de Tibi, hasta Onil, evocando la misma peregrinación realizada por vecinos cuando fue hallada la Sagrada Forma en Tibi.