Se dedicó principalmente a la historiografía, aunque también escribió obras de teatro, poesía y una novela inédita.
Soldevila ha sido adscrito frecuentemente a la historiografía catalana de corte nacionalista.
En 1926 se trasladó a Liverpool como lector de literaturas hispánicas.
Durante la guerra civil española siguió impartiendo clases en la Universidad, donde era profesor de Historia.
Al finalizar la guerra se exilió y residió en Francia hasta 1943.