Tras un fugaz paso por Madrid volvió la familia a Valencia, instalando su residencia en la calle "Desquarterats", hoy Zapata, cerca del Ayuntamiento.Al poco el padre fue nombrado guarda costas y se trasladaron a Vinaroz.Estableció amistad con el marqués de Vellisca, lo que le permitió acompañarle en una gran viaja por gran parte de Europa: Francia, Inglaterra, Bélgica, Suiza e Italia.Boix, se inclinó políticamente por los liberales más exaltados durante el reinado de Isabel II y se fue haciendo un hueco y un nombre, mientras su producción literaria aumentaba.Es en este momento cuando comenzó su trayectoria periodística trabajando como corresponsal para El Eco del Comercio, diario de Madrid.Llegó un momento que su figura política no era cómoda y debió trasladarse a Granada, donde estuvo unos meses.Este trabajo supuso que el Ayuntamiento de Valencia lo nombrara cronista oficial.La Renaixença valenciana se había iniciado con Lo Somni de Salvà en 1831, adelantándose a otros movimientos similares.Boix se unió a figuras como Villarroya, Lamarca, Pérez, Aparisi Guijarro, Almela, Juan Arolas o Bonilla.Sus críticas hacia la política no se perdieron nunca y aprovechaba cualquier ocasión para sacarlas a la luz.Ese espíritu renacentista del foralismo valenciano impregnaba toda su obra, su faceta docente y su trabajo como cronista.Escribió el propio Boix: Como poeta recogió su creación en Obras poéticas (1851), divididas en históricas y caballerescas.