Antes de aparecer la libra colonial, circulaba la libra de la metrópoli[2] junto a los reales de a ocho españoles que pasarían a ser una moneda internacional, pero en los siglos XVI y XVII, en donde circulaba entre sus habitantes, los franceses ya habían perdido varias colonias efímeras en diversos puntos de América, como el fuerte Charlesbourg-Royal a orillas del río San Lorenzo (1541-1543) a manos de los iroqueses que usaban el wampum como dinero.
También en este último año fueron anexionadas las pequeñas islas de Petite Terre (aunque pobladas recién en 1770).
[6] Desde 1643 hasta 1653 los franceses colonizaron lo que antiguamente era la isla Cayena en Sudamérica pero fueron masacrados por los aborígenes caribes (desde 1656 fue colonizada por los neerlandeses pero en 1664 fue recuperada por los franceses hasta 1667, que la despoblaron los ingleses y luego volvió a ser francesa desde 1674) y en 1649 conquistaron la isla de Granada con las Granadinas del sur, llamadas Carriacou (recién poblada en 1657) y Pequeña Martinica (recién poblada en 1700), en 1650 los franceses volvieron a colonizar la isla de Santa Cruz —ya que los ingleses habían sido desalojados por los españoles y en 1651 los franceses la cedieron sin perder soberanía a los Caballeros de Malta que la administraron usando libra francesa hasta 1664, para pasarla a la recién fundada Compañía Francesa de las Indias Occidentales, hasta que se le revocó la concesión el 2 de enero de 1674 y sus territorios volvieron a ser dominios del rey francés— y en 1659 nuevamente colonizaron la isla de San Bartolomé.
Entonces los franceses reocuparon la pequeña isla nórdica adyacente con un gobernador propio desde 1640, trayendo la libra francesa para que lo remplazara pero seguiría circulando a la par, y enfrente los españoles fundaron «Valparaíso» en 1644 sobre una aldea marién, mientras los filibusteros franceses de la isla pasaron al litoral hacia 1650 y fundaron una colonia independiente en donde se habían asentado los bucaneros que se llamaría Hôpital (actual Puerto Príncipe), en donde se usaban los reales, aunque fueran repelidos los ataques españoles y los intentos de dominio francés.
En 1654 la isla de la Tortuga volvió a ser española y a circular oficialmente el real novohispano, pero desde 1655 pasó a depender de la Colonia de Jamaica inglesa y fue remplazado por el Chelín colonial angloamericano,[8] y los filibusteros franceses expulsados se instalaron en la recién abandonada «Valparaíso» que renombraron Port-de-Paix en 1665 y nuevamente la pequeña isla pasó a manos francesas en el mismo año y anexionó nominalmente el tercio occidental de La Española.
[12] Pero posteriormente al tratado, los ingleses ocuparían definitivamente toda la isla de San Cristóbal en 1702 (confirmado en 1715) y los neerlandeses ocuparían toda la isla de San Martín en 1703 (hasta 1717).
Entonces, en este último año, los británicos volvieron a usurpar la parte francesa de San Martín y nuevamente Santa Lucía en 1782, al igual que las islas Los Santos (a estas la retuvieron hasta 1802) y en el mismo año los franceses les usurparon la isla Nieves.
[23] Las libras coloniales comenzaron a ser nuevamente acuñadas en 1781, y en 1782 también se usaron en la usurpada Guayana neerlandesa hasta que en 1784 fue devuelta, y en el mismo año la isla San Bartolomé pasó a manos suecas (hasta 1877).
[31] Las islas francesas de Tobago y Martinica, además de San Pedro y Miquelón, Guadalupe, Marigalante y Santa Lucía, fueron usurpadas por los británicos en 1794 —pero estas cuatro últimas fueron recuperadas en 1795, año que también los franceses ocuparon San Eustaquio, aunque otra vez Santa Lucía fuera reocupada por los británicos en 1796 a 1797 y nuevamente junto a San Eustaquio en 1801— y de esta manera Martinica, Santa Lucía, San Eustaquio y las islas Los Santos (veinte años siendo británica) las retuvieron hasta 1802, cuando fueron devueltas por el Tratado de Amiens.
En el año 1803 los británicos habían vuelto a usurpar definitivamente la isla de Santa Lucía (que sería confirmado en 1814).
Todas circularon hasta 1800, cuando deja de ser francesa por cuatro años.
[30] Por otro lado, con la revolución haitiana y luego de la Guerra de los Cuchillos, el victorioso exesclavo Toussaint Louverture ocupó la parte occidental en 1800 y formó en 1801 con toda la isla La Española hasta 1802 un Estado autónomo dentro de la República Francesa, por lo que contramarcaron para el escalín haitiano con ceca en Cabo Francés y acuñaron monedas en 1802, pero en este año los franceses reocuparon la colonia rebelde y contramarcaron monedas francesas y británicas para el escalín de Saint-Domingue.
Estas piezas circularon en la parte occidental hasta 1804 que se independizó como Haití, contramarcando nuevamente para el escalín haitiano, y hasta 1809 en la parte oriental[38] que pasaría a manos españolas para acuñar reales dominicanos y contramarcar reales novohispanos propios hasta 1822,[39] cuando fue invadido por Haití.
[4] Junto con la vecina isla Nieves circularían hasta que apareciera el medio penique «del Barco» angloamericano a partir de 1810[16] y luego el dólar del ancla en 1822.
Todas las contramarcas británicas circularon hasta 1816, año en que se la devolvieron a los neerlandeses.
Todas las contramarcas británicas circularon hasta 1815, fecha que se la devolvieron a los franceses.
Todas circularon hasta que surgió el dólar del ancla en 1822.
[43] Luego de las guerras napoleónicas y la Restauración borbónica en Francia, volvieron a acuñarse monedas propias pero esta vez era el franco de las Colonias Francesas americanas en 1825 pero solo en los remanentes que le quedaba en el continente que eran la Guayana Francesa, las Antillas y las islas de San Pedro y Miquelón.