Para el año 1629, la colonia anglo-francesa de las islas San Cristóbal y Nieves había crecido lo suficiente como para ser considerada una amenaza para las Antillas españolas.
Los colonos ingleses habían sido reclutados en un número de casi 3000 efectivos, y se les había suministrado cañones y munición.
La expedición española, bajo el mando del almirante Fadrique Álvarez de Toledo Osorio, se acercó en un primer momento a la isla Nieves, tomándola y destruyendo varias naves inglesas ancladas en ella.
[3] Más tarde, los soldados españoles fueron enviados a tierra para destruir las pocas estructuras de nueva construcción y hacer prisioneros a los colonos.
[3] Cuando Nieves fue ocupada por las fuerzas españolas, los hacendados fueron abandonados por sus sirvientes y esclavos, que nadaron hacia los buques hispanos al grito de "libertad, alegre libertad"[7] prefiriendo la colaboración con los españoles al yugo de sus patrones ingleses.