Inglaterra tenía vínculos militares con las Provincias Unidas, a las que había apoyado en la guerra de Flandes.
Fuerzas inglesas que llegaron en auxilio de los sitiados tampoco lograron romper el asedio español a la ciudad.
Este nombramiento como comandante fue mal realizado, porque a pesar de que Cecil era un buen soldado, tenía poco conocimiento del mar.
Las fuerzas inglesas perdieron el tiempo en capturar un viejo fuerte de escasa importancia, proporcionando a Cádiz el tiempo para movilizarse totalmente tras las defensas y permitir escapar a los buques mercantes de la bahía.
Por último, Sir Edward Cecil, el comandante de las fuerzas inglesas, frente a la decreciente disponibilidad de suministros, decidió que no había otra alternativa que regresar a Inglaterra, después de haber capturado pocos bienes y no haber tenido impacto en España.
Finalmente, el rey decidió disolver el Parlamento en lugar de arriesgarse a un juicio político con éxito.
Mientras organizaba una segunda campaña en Portsmouth en 1628, Buckingham fue apuñalado hasta la muerte el 23 de agosto en el pub Greyhound.
El asesino era un oficial del ejército llamado John Felton, que había sido herido en la aventura militar de La Rochelle.
En 1629, una expedición naval española, al mando del almirante Fadrique de Toledo, fue enviada para hacer frente a las colonias anglo-francesas recientemente establecidas en las islas caribeñas de San Cristóbal y Nieves.
En la batalla de San Cristóbal los asentamientos en ambas islas, fuertemente armados, fueron destruidos.