Los territorios franceses de mayor entidad fueron Nueva Francia (actuales Canadá y EE. UU.
En 1524 propició la expedición del toscano Giovanni da Verrazano que exploró de la costa Atlántica entre Florida y Terranova.
René Goulaine de Laudonnière con colonos hugonotes fundó fort Charlesfort (1562) en Parris Island en Carolina del Sur, EE. UU.
Tras ser abandonados los asentamientos de Cartier en 1543, el interés francés por Norteamérica se reanudó en el siglo XVII, cuando el rey Enrique IV permitió el establecimiento de Tadoussac (1600) en la actualidad Quebec, Canadá, en territorio innu, cuyo principal interés era el peletero.
Sin embargo, las duras condiciones climáticas, enfermedades como el escorbuto y las campañas iroquesas (guerra de los Castores) ralentizaron el desarrollo económico de la colonia, que para 1663 sólo contaba con 2.500 colonos europeos.
El territorio bajo soberanía francesa se dividió territorialmente en Canadá, Acadia, Bahía de Hudson, Terranova y Luisiana.
Sin embargo, la presión desde las Trece Colonias inglesas fue constante, apoyada por la capacidad bélica de éstas, con quince veces más población que Nueva Francia.
En 1739, Pierre y Paul Mallet exploraron las montañas Rocosas desde río Platte.
En época de Napoleón III Francia se anexionó el atolón Clipperton.
Algunas islas bajo soberanía francesa fueron islas, San Cristóbal (1625-1782), San Vicente (1635-1660), Santa Cruz (1650-1733), Granada (1650-1762), Santa Lucía (siglos XVI-XIX) o Turcas y Caicos (1783), Tobago (1783-1815).
La esclavitud en las Antillas francesas de Guadalupe, Martinica y Reunión fue abolida1848 con una emancipación general e incondicional.
Ante la amenaza francesa, el gobernador portugués Mem de Sá evacuó la colonia en 1560.
[6]Los intentos anexionistas de Países Bajos ocasionaron sucesivos establecimientos promovidos por la WIC neerlandesa en el siglo xvii, a la vez que la colonia prosperaba producción agrícola con mano de obra esclava procedente del comercio triangular.
A principios del siglo XX se resolvieron las disputas fronterizas con Brasil y con Países Bajos (Surinam) y se produjo el auge de la minería de oro.
Así que, como los vientos contrarios no les permitían trasponer el Estrecho, finalmente decidieron, acosados por el hambre, regresar a su patria a mediados de abril de 1696.
Barros Arana señala que:[9] La expedición de Gennes hizo cundir cierta alarma entre las autoridades españolas.
Marín de Poveda, a su vez, mejor conocedor del terreno, descartaba la noticia y corregía la nomenclatura geográfica erronea que le hacían llegar desde Madrid.
Ante la amenaza francesa, en 1614 fueron evacuados por los portugueses en un campaña dirigida por Jerônimo de Albuquerque.
De manera que la toma de posesión del Estrecho de Magallanes realizada por Chile en 1843 ocurrió cuando Francia había enviado un barco, el Phaeton, que rumbo a las Islas Marquesas debía explorar la zona con vistas a un posterior implementación del proyecto imperialista de Dumont d'Urville, lo que llevó a un incidente o desencuentro, que no pasó a mayores pues el capitán del vapor Phaeton, Louis Maissin, que tenía orden ubicar el lugar para un futuro establecimiento galo, evitó caer en abiertos reclamos de soberanía sobre el territorio magallánicos frente a los enviado chilenos en el terreno, mandados por el oficial de la armada chilena Juan Guillermos (Williams), quienes efectivamente fundaron su propia colonia, Fuerte Bulnes, lo que frustró y postergó en lo inmediato el plan francés.
El cónsul francés en Santiago, Henri de Cazzote, animaba esta posibilidad, pues en su opinión Chile simplemente no podría siquiera desarrollar su propia colonización en la zona:[11]
[11] Los archivos franceses tratan este proyecto hasta 1847, cuando se intercambian informaciones sobre el traslado de Fuerte Bulnes a Punta Arenas, en las que se renuevan una y otra vez la opinión de que los esfuerzos chilenos estaban condenados al fracaso.
[11]De manera que, desde la expedición de Jean Baptiste de Gennes (1695),[12]al menos hasta 1847, Francia contempló el plan y llevó a cabo acciones buscando una anexión expancionista en el extremo del Cono Sur.