Guerras de Silesia
En general, se considera que las tres guerras terminaron con victorias prusianas.El valle del alto Óder formaba una vía militar natural entre Brandeburgo, el Reino de Bohemia y el Margraviato de Moravia, por lo que cualquier nación que poseyera el territorio podría utilizarlo para amenazar a sus vecinos.La región también limitaba con la frontera noreste del Sacro Imperio Romano Germánico, lo que permitía a su dueño reducir la influencia de la Mancomunidad de Polonia-Lituania y del Imperio ruso en Alemania.[4] En la revuelta bohemia de 1618 y la subsiguiente guerra de los Treinta Años, Juan Jorge se unió a los estados silesianos contra el emperador católico del Sacro Imperio Romano Germánico, Fernando II.Después del advenimiento al trono ducal del hijo y sucesor del Gran Elector, Federico III de Brandeburgo, el emperador alegó que el territorio solo había sido asignado vitaliciamente al difunto Gran Elector y recuperó el control de Świebodzin en 1694.[12] La situación estratégica europea era favorable para un ataque a Austria, ya que la guerra del Asiento atraía la atención de Gran Bretaña y Francia y Suecia se encaminaba hacia la guerra con Rusia.[15] Los estados imperiales habían admitido en general la validez de la Pragmática Sanción en vida del emperador Carlos, pero cuando falleció, Prusia, Baviera y Sajonia se apresuraron a impugnarla.[10] Argumentó que la Pragmática Sanción no se aplicaba a Silesia, ya que estaba en manos de los Habsburgo como parte del dominio imperial y no en calidad de posesión hereditaria.[11] Federico Augusto, que gobernaba Polonia mediante una unión personal entre esta y sus otros dominios, estaba especialmente interesado en hacerse con el control de Silesia y hacer lindantes sus dos reinos en un todo que casi rodearía Brandeburgo; la preocupación de Federico por evitarlo contribuyó a que se apresurara a actuar contra Austria en cuanto la sucesión impugnada le brindara la oportunidad.Los territorios enemigos ocupados fueron gravados con regularidad y extorsionados para obtener fondos, pero las atrocidades a gran escala contra la población civil fueron menores en comparación con los conflictos del siglo anterior.[21] La logística militar fue el factor decisivo en muchas guerras, ya que los ejércitos se habían vuelto demasiado grandes para mantenerse en campañas prolongadas solamente mediante la búsqueda de comida y el saqueo, por lo que los suministros militares se trasportaban en caravanas de equipaje, muy vulnerables a las incursiones enemigas.[29] Mientras Austria concentraba sus fuerzas contra sus otros enemigos y ganaba terreno en la guerra, Federico concluyó que los austriacos no tenían la intención de cumplir la Convención y cederle territorio en Silesia, por lo que repudió el armisticio y renovó sus propias operaciones ofensivas para presionar aún más a Austria.[31] En febrero, Federico organizó un avance conjunto a través de Moravia hacia Viena con los sajones y los franceses, pero los aliados de Prusia se mostraron renuentes y no cooperaron, por lo que la campaña se abandonó en abril, tras lo cual los prusianos se retiraron a Bohemia y la Alta Silesia.[39] Los franceses no estorbaron ni impidieron la maniobra austriaca,[40] por lo que el ejército pudo regresar intacto y rápidamente a Bohemia.Federico reunió sus fuerzas alrededor de Praga e intentó librar un enfrentamiento decisivo, pero el jefe austríaco, Otto Ferdinand von Abensberg, evitó el choque y se centró en acosar las líneas de suministro de los invasores, lo que finalmente obligó a los prusianos a abandonar Bohemia y retirarse a la Alta Silesia en noviembre.[43] Austria emprendió la invasión de Silesia tras haber vencido a Baviera.[44][45] Los prusianos persiguieron al ejército austro-sajón en retirada hacia Bohemia y acamparon a lo largo del Elba mientras Federico buscaba un acuerdo de paz.[52] Prusia construyó y amplió sus fortificaciones en puntos estratégicos de Silesia,[53] y el ejército comenzó a reequipar a sus unidades de artillería con cañones más pesados.[54] La corona estableció el primer banco central de Prusia en el que llegó a reunir cada vez más excedentes destinados al gasto militar durante la paz.[55] En diplomacia, Federico trabajó para mantener la alianza de Prusia con Francia y al mismo tiempo aliviar las preocupaciones británicas sobre la seguridad del Electorado de Hannover, del que el rey británico Jorge II también gobernó en unión personal.[58] El mariscal de campo Leopold Joseph von Daun estandarizó el equipo del ejército y profesionalizó su entrenamiento, basándose en el modelo prusiano.[59] En 1746, María Teresa firmó un pacto defensivo con la emperatriz Isabel I de Rusia en el que alinearon sus dos reinos contra Prusia.En mayo, las fuerzas prusianas sufrieron grandes pérdidas cuando hicieron retroceder a los defensores austríacos en la batalla de Praga, a consecuencia de la retirada austriaca, y sitiaron la ciudad.[66] Mientras tanto, el ejército prusiano se dividió a consecuencia de varias invasiones rusas y suecas en el este y en el norte,[67] en la que cabe destacar la victoria rusa en la batalla de Gross-Jägersdorf librada en Prusia Oriental el 30 de agosto, aunque lograron poco progreso estratégico debido a problemas logísticos recurrentes.[84] El año 1761 vio poca actividad por parte de las agotadas fuerzas prusianas y austriacas, pero las fuerzas rusas hicieron avances en Pomerania y en el este de Brandeburgo, que amenazaban con un final decisivo para la guerra al año siguiente.[97] Su pequeño reino había derrotado a la monarquía de los Habsburgo y defendió su prestigio contra Austria, Gran Bretaña, Sajonia, Rusia, Suecia y Francia, un éxito que pareció milagroso para los observadores contemporáneos.[98] Aunque estos conflictos son a veces descritos como un momento clave en el ascenso de Prusia a la grandeza, las guerras dejaron la economía y la población del reino devastadas, y gran parte del resto del reinado de Federico se dedicó a reparar el daño.[99] Las repetidas devaluaciones de la moneda impuestas para financiar los conflictos provocaron una rápida inflación y una gran alteración económica en Prusia —y en la Sajonia ocupada—.[107] En 1766, la corona promulgó su primer código común de leyes, el Codex Theresianus, en un intento por unificar los sistemas legales del reino.[109] El Estado también implementó la educación primaria obligatoria y estableció un sistema de escuelas públicas laicas.